Toño Marcano es el hombre-récord del Ibérico
Ricardo Cabrera
En el seriado que intentamos completar sobre los más de 70 años consecutivos del “Torneo Ibérico”, no podía faltar el que sin duda alguna fue el jugador más emblemático de esta competencia, y no es otro que el doctor Antonio “Toño” Marcano, quien seguramente es el futbolista que más partidos jugó, quien más clubes integró dentro del Torneo, y el futbolista que jugó durante más tiempo en este tradicional campeonato de finales de año en Caracas.
Quien acá escribe, que comenzó a emborronar cuartillas con información deportiva en máquina de escribir manual desde el año 1979 en el Diario Meridiano, y desde esa fecha nos hemos mantenido activos sumando ya 45 años, recordamos a Toño Marcano, aunque de forma muy vaga, jugando el Ibérico en la antigua cancha del Loyola, la de los arcos de maderos cuadrados, y luego en el antiguo Fray Luis de Las Mercedes, en la cancha uno que era prácticamente toda de tierra.
Y si a este servidor se le hace muy difícil visualizar a Toño, mucho más se le hace al propio jugador recordar su actividad de más de 30 años en el Ibérico, con un historial tan amplio que ni él mismo se recuerda la cantidad de equipos, partidos, goles, cuál fue su primer equipo y su último, y toda esa serie de datos que se han perdido en el tiempo, porque no hay absolutamente nada de estadísticas del Ibérico, y nadie que sepamos, tuvo la previsión de conservar esta información.
Apelando a su memoria, Toño Marcano nos contó algunos detalles de sus años como jugador activo en el Torneo Ibérico, que les señalamos a continuación:
“Me puse a revisar las cosas y encontré varias placas que me habían entregado, una de ellas porque estaba cumpliendo 30 años en el Torneo Ibérico y le pusieron mi nombre al torneo. Posteriormente yo seguí jugando, sigo jugando como 6 o 7 años más.
De verdad, ahorita que estaba viendo las fechas y tratando de hacer memoria, no sé, realmente no preciso con mucha claridad porque jugué con muchos equipos, si mal no recuerdo, mi primera participación en el Ibérico fue con el Celta o el Pontevedra, no me acuerdo cuál de ellos fue, porque me parece recordar que el Celta ya había desaparecido ese año y no sé, la verdad es que no puedo precisarlo.
Tengo muy buenos recuerdos de este histórico torneo, quedé campeón varias veces en el ibérico con distintos equipos. Posteriormente a medida que fueron aceptando otros equipos, también jugué con ellos, por ejemplo, entró el Don Bosco, también estuvo en el Torneo Ibérico el Pedagógico, pero al principio era un torneo de mucha calidad y muy exigente con los clubes que participaban en cada edición.
Yo no sé si lo conté ya, pero hubo una época en que el fútbol distrital de primera categoría tenía 16 equipos, pero en el Ibérico solo dejaban participar a 8, ese era el formato, y por esa razón a estos 8 clubes les permitían tomar hasta a 6 refuerzos por equipo.
Y el refuerzo venía a jugar con la ficha de su club original, pero muchas veces prácticamente eran equipos completamente nuevos porque fichaban a los jugadores que venían como refuerzos, con el equipo al cual iba a defender en el Ibérico, y ya no eran refuerzos, ya eran jugadores de ellos.
Recuerdo que después hubo 2 o 3 años, no sé si fue más tiempo, en que permitieron jugar a los profesionales con nosotros. Tres profesionales por club, de los cuales dos podían estar en cancha y les pagaban, inclusive les pagaban mejor que el profesional, por lo que había mucho, muchísimo marronismo.
A mi persona ya otros jugadores de La Salle, que siempre estábamos peleando los primeros lugares en el torneo distrital, siempre nos solicitaban para jugar en los equipos del Ibérico, entonces yo con ese dinero que nos daban, mantenía el equipo de La Salle para inscribirlo en el distrital.
Hubo muchas de esas cosas que viví a lo largo de mis 35 o 36 años que estuve activo en el Torneo Ibérico, que recuerdo y puedo contar, o que no recuerdo o no puedo contar.
Entre las cosas que recuerdo hubo un partido del que no quiero decir nombres, pero hubo un partido el cual lo arreglaron entre los dos equipos para terminar en un empate a 5 goles, porque uno de los equipos tenía un jugador que era goleador, que era un muy buen jugador por cierto, pero había que dejarlo hacer 5 goles a él, y ellos iban a permitir el empate, con lo que nosotros íbamos a clasificar.
También en otra oportunidad, en una final, nunca se nos olvida como ante el Galicia, yo jugaba con el Coruñes, teníamos un equipazo y ya habíamos arrasado en el torneo, éramos un equipazo buenísimo, pero arreglaron ese partido y comprobaron al árbitro, fue una cosa descarada.
había un mediocampista Orlando uruguayo que era un fenómeno, con Omar Bagnoli jugando de puntero con nosotros, que era un fenómeno también. Y Orlando y yo en la media cancha, bueno, matábamos la partida.
Como a los 15 o 20 minutos del primer tiempo Orlando en una jugada, creo que contra el Bebe Moreno, otro jugadorazo que todavía estaba activo en profesional y reforzaba al Galicia,
Orlando se le tiró a los pies y le sacó la pelota, en una jugada que para mí ni siquiera fue faul, y lo botaron a Orlando, yo le fui a reclamar al árbitro que cómo era posible que lo hubiera expulsado si ni siquiera había sido faul, y me botó a mí también.
Nos quedamos con 9 jugadores y así aguantamos, llegamos hasta el segundo tiempo 0 a 0, y seguíamos aguantando el chaparrón, pero faltando como 10 o 15 minutos, metió el Galicia a un jugador profesional que jugaba para el Galicia de la Liga Mayor, pero no recuerdo su nombre, quien en un momento dado tomó la pelota y con un tiro desde por lo menos 40 metros la clavó en un ángulo arriba marcando no un gol sino un golazo que nos mató.
Tengo muchas anécdotas de mis muchos años en el Ibérico, como una vez cuando unos gallegos me sacaron un cuchillo porque me querían joder, y así por el estilo, que si me recordara bien podría hasta escribir un libro”.