René Irasque: Gloria de la primera Vinotinto
Nació en la parroquia San Agustín de Caracas y aprendió a hablar francés desde muy niño. Sus padres, oriundos de la isla de Martinica, le inculcaron el idioma y los valores tradicionales, enmarcados en la pasión inagotable a sus 82 años: el fútbol.
En 1954 formó parte de la primera selección Vinotinto, pues en aquella época Venezuela no tenía un equipo adulto que disputara las eliminatorias al Mundial de mayores.
Con 17 años, René Irasque era el menor del grupo y uno de los delanteros más destacados del primer campeonato suramericano de la edad, organizado en el estadio Olímpico de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
“El Negro” Irasque despuntó con sus incursiones al área y sus remates con ambas piernas. “A Brasil casi le complicamos la vida”, evocó desde su casa, en la avenida Constanza de la urbanización Palmar Este en Caraballeda.
Venezuela perdió 0-2 con los amazónicos; 1-3 con Uruguay y venció 2-1 a Perú, lo que le valió el tercer lugar del certamen, puesto que había avanzado a la ronda final por su condición de anfitriona.
“Jugamos sin miedo, pero no se dieron las cosas. Los uruguayos nos cayeron a patadas, pero fue un gran triunfo contra Perú. Por eso, nosotros fuimos los pioneros de la Vinotinto”, insistió.
En los II Juegos Panamericanos de Ciudad de México en 1955, disputó cuatro de los seis partidos. “Ahí había más madurez, teníamos a Orlando Fantoni como técnico y recibí más oportunidades adelante con el juego del Cholito (Alí Tovar)”, recordó.
El francés de los viejos
Un año más tarde, en la Copa “Presidente Paul Magloire”, a la sazón primer mandatario de Haití, Fantoni le mantuvo la confianza en tres de los cuatro encuentros. En el segundo de estos ante Panamá, marcó un gol.
No obstante, en el compromiso decisivo frente a los locales, Irasque recibió una infracción alevosa y el juez central lo expulsó. Inmediatamente, se produjo la respuesta airada de la delegación tricolor.
“Se metieron los militares al campo para amenazarnos con llevarnos presos. Todo lo decían en creole (dialecto de los haitianos) y francés, y como yo había aprendido con mis padres, empecé a responderles para calmarlos”, relató.
En los VII Centroamericanos y del Caribe de Caracas en 1959, volvió a participar en tres de los cuatro lances oficiales junto al “Cholito” Tovar, Carlos “Cojito” Rodríguez y un goleador de la talla de José Ángel Vidal Douglas.
“Vidal Douglas no solo marcaba goles sino que centraba bien con la izquierda. Era rapidísimo”, dijo.
En el torneo de fútbol de esos juegos, Venezuela, otra vez bajo la égida de Fantoni, obtuvo la medalla de bronce, tras golear 7-0 a Puerto Rico, igualar con Antillas Holandesas (2-2) y Panamá (2-2), y sucumbir contra México 1-3.
“Fue siempre un honor representar a Venezuela”, sostuvo Irasque, para quien los porteros Luis Volpe, Freddy Brandt y Alfonso Duplait, además del mediocampista Agustín Matson, merecen reconocimientos especiales por sus aportes a la Vinotinto de la época.
“Había jugadores de calidad que si contaran con el apoyo de ahora, quizás los resultados iban a ser mejores. Te puedo asegurar que Brasil y Uruguay no nos humillaron en esa época”, afirmó el atacante que en 1959 dio el salto a la Liga Mayor con el Deportivo Portugués.
Goleador campeón con el Portugués
Su llegada al profesional sería de la mano de Fantoni, un entrenador exigente, que ya conocía de sus potencialidades y que dos años antes había coronado a la UCV en el primer campeonato de balompié rentado de la historia de este país.
“Fue el mejor entrenador que tuve, era muy serio, disciplinado y no había guachafita con él. Todo el mundo lo respetaba, porque se sabía que el castigo era no alinear en sus equipos”, señaló.
Entre 1959 y 1961, devengó un sueldo mensual de 500 bolívares en el Deportivo Portugués. Pero, además fue campeón liguero y goleador en 1960. Allí coincidió con Volpe y Matson. Y compartió zona de ataque con el brasilero Pita. “A mí me costó llegar al Portugués, pero en esos tres años marqué unos 20 goles”, comentó.
“En 1962, me vine a jugar al Litoral FC y luego al OSP (Oficina de Servicios Portuarios) de la primera categoría aquí en La Guaira, donde compartí con Solano (José, entrenador costarricense que forjó uno de los más importantes semilleros de la región en El Pavero)”, contó.
Irasque, quien se formó desde los ocho años de edad en las inferiores del colegio Dos Caminos, también militó en los equipos aficionados Bota de Oro, Guardia Nacional y la Aviación, todos del estado Vargas. En el último de estos, se retiró hace dos años.
“En todos los equipos marqué muchos goles, siempre como delantero. Desde muchacho, aprendí a patear con las dos piernas y en eso me ayudaron bastante las prácticas que hice en Dos Caminos con uno de los compañeros de equipo, José María ‘Che’ Ardila”, aseguró al tiempo que revisaba las fotografías de su carrera en el patio de su casa en Caraballeda.
Paralelo al mundo deportivo, se desempeñó por más de 30 años como gerente de compras de Laboratorios Glaxo Smith Kline. También fue el propietario de la Farmacia Teleférico en Macuto, cuya infraestructura resultó devastada por la crecida del río El Cojo durante las lluvias del 15 y 16 de diciembre de 1999.
Por estos días, Irasque no se desconecta de las redes sociales y la televisión para informarse del fútbol de hoy, en especial de la selección Vinotinto. “Qué bueno es ese muchacho Faríñez, es un fenómeno, y el goleador Josep Martínez; ellos tendrían que jugar con cualquier entrenador”, afirmó.
Rafael Lastra Veracierto
Periodista y colaborador de Venezuela Fútbol Historia