Ramón Iriarte, fue estrella del atletismo y del fútbol
CARACAS – La imagen del jamaiquino Usain Bolt con la elástica del Central Coast Mariners de la A-League de Australia volvió a relacionar inevitablemente a dos deportes como el fútbol y el atletismo, que a lo largo de los años han estado unidos con múltiples historias que durante décadas marcaron a muchos deportistas.
Es conocida la afición de jugadores a prodigarse en el mundo del atletismo como mero entretenimiento o simplemente para mantener la forma, matar el gusanillo del deporte o como simple espíritu de superación. En Venezuela hay un personaje que antes de ser estrella del fútbol, lo fue en el atletismo. Estamos hablando de Ramón Iriarte.
A los 15 años dio sus primeros pasos en el atletismo, practicaba pentatlón, todo esto gracias a que su papá (Brigido Iriarte) era atleta. En el deporte del tartán estuvo desde la categoría infantil hasta la juvenil. Ramón Iriarte participó en Juegos Nacionales y Juegos Bolivarianos, en el año de 1965, en la especialidad de pentatlón donde subió al tercer escalafón del podio.
Al año siguiente, en la ciudad de San Juan, participó en los Juegos Centroamericanos y del Caribe logrando otra medalla de bronce, que para él fue como obtener la presea de oro. En ese entonces Iriarte contaba con 17 años de edad.
“Yo, practicaba pentatlón, mi punto fuerte era el salto largo. Yo en unos Juegos Nacionales realizados en la ciudad de Barcelona en mi modalidad favorita llegué a saltar 7 metros 26 centrimetros. Ese record durò 44 años, ya que el único capaz de saltarlo era John Muñoz, el poseía el record anterior y el se había retirado antes que yo. Luego de los Juegos Centroamericanos por sugerencia de mi papá, me retiré ya que era muy bajito para las competencias donde me tocaba participar”.
Un día estando en el estadio Brigido Iriarte, se le acercó Rafael Franco, director técnico de la selección venezolana de fútbol y me dijo: “Mañana tendremos un amistoso y quiero que tú juegues. Yo le contesté al señor Franco que no podía, porque no me sentía a la altura de la selección, allí estaban Luis Mendoza, Argenis Tortolero, Luis Scovino, Vito Fassano, Augusto Nitti. Yo en ese entonces no era profesional en fútbol, yo jugaba pero con el equipo juvenil con el San Agustín del Paraiso”
En su debut, Ramón Iriarte, nos cuenta que entró en el segundo tiempo “Ese día entré y le hice el pase gol a uno de mis compañeros. Gracias a ese gol ganamos el partido”.
Luego de esa experiencia con la selección nacional su nombre aparecía en la libreta de todos los equipos del país. El club que obtiene su ficha es el Deportivo Galicia, gracias a Salvador Pérez que lo contacto y que a su vez era muy amigo de Brigido (su papá) con ellos pondría en su palmarés personal varios títulos y dos premios como mejor futbolista del año en las temporadas 1968 y 1969.
Durante la entrevista realizada en el salón de ajedrez de la Hermandad Gallega de Caracas este deportista nos habla de cómo la vida del futbolista los ‘60-’70.
“Vamos a decir que yo jugué en la época romántica de nuestro fútbol, puesto que nosotros muy poco obteníamos, económicamente hablando. Todo era porque a uno le gustaba este maravilloso deporte. Yo, se puede decir, que nací en un estadio y toda la vida me gusto el fútbol; hacíamos lo que nos tocaba hacer con el mismo cariño, enfrentábamos las épocas buenas y las épocas malas, y para nosotros lo importante era jugar al fútbol”.
Iriarte defendió los colores del Deportivo Galicia desde la zafra 1966 hasta 1974, cuando fue contratado por el Deportivo Italia con el que jugó 3 temporadas. Después volvería una temporada más con el conjunto gallego y se retiraría a los 28 años.
“Yo no colgué los botines por falta de calidad o por el estado físico. Yo estaba muy bien, gracias al atletismo tenia velocidad y tenía un buen chute con las dos piernas. Pero estaba cansado, nos hacía entrenar dos veces al día y se ponían muy fuertes esos entrenamientos”.
A lo largo de los 11 años que formó parte del combinado nacional, Ramón Iriarte tuvo una destacada participación en eventos como las Copa Juventud de América en Perú y Paraguay, las eliminatorias premundialistas (México 1970 y Alemania 1974), Copa América, Copa Batalla Naval del Callao (Perú) en 1966 y el Torneo Independencia de Brasil en 1972.
“Haber formado parte de la selección nacional para mí es un orgullo único porque nosotros no ganábamos dinero en esos juegos. En aquella época siempre éramos la selección que llegaba a las competencias internacionales con menos recursos. Pero el amor de representar y escuchar el Gloria al Bravo Pueblo es una sensación que no tiene comparación no hay palabras que puedan describir eso. Yo no creo que estos jugadores de hoy en día, que no viene al caso nombrarlos, sufrieran tanto como nosotros, ya que cuentan con mucha ayuda económica. Pero, como dije, es un verdadero orgullo”.
Entre las tantas anécdotas que nos conto Ramón Iriarte hay una que lo involucra a él y Edson Arantes do Nascimento, Pelé. El 10 de agosto del año 1969, en el estadio Olímpico de la Universidad Central de Venezuela se enfrentaban Venezuela y Brasil. Ese juego era válido para las eliminatorias del mundial México 1970.
“Yo me estaba vendando para colocarme las medias y Pelé se me acerco y me dijo: ‘Así no se coloca el vendaje’ y él mismo se encargo de colocarme la venda en una de las piernas mientras me explicaba. Yo no podía creer lo que estaba pasando y solo podía mirarlo perplejo, me indicó: ‘Sigue en la otra (pierna)’ y lo hice mal porque no reaccionaba, no daba con lo que me ocurría, que el mejor del mundo tuviera ese gesto conmigo, eso me marcó e hizo que la admiración por él fuera aún mayor, no cualquier jugador ha tenido a Pelé como asesor para ponerse un vendaje”.
Entre las otras proezas que hizo Iriarte a lo largo de su carrera como futbolista tenemos que una temporada llegó a jugar las 11 posiciones del fútbol. Esta situación, es poco habitual en el mundo del fútbol, en el baseball recordamos los casos de César Tovar (con la camiseta de Minesotta) y Alvaro Espinoza (con la de Magallanes).
“Me tocó ponerme los guantes de portero en juego entre Galicia y el Deportivo Italia, como cosa rara en dicho juego los ánimos se caldearon. Los únicos que no peleábamos entre nosotros eramos los venezolanos. En ese entonces jugaba con el Galicia y nos botan al portero que Jiménez, el papá del paraguita. El le dio un golpe fuerte al brasileño Alcir y lo botaron. Nuestro entrenador, que en ese entonces era Carlos Torres, nos reuné y dice yo creo que el sustituto ideal es Ramon Iriarte. Ese como juega baloncesto, beisbol, voleibol ese debe saber agarrar la pelota, ninguno de estos extranjeros es capaz de hacer lo que hace el. Yo jugué la culminación de ese juego, a la semana siguiente, ante el Lara, fui suplente de Luis Volpe. Él se lesiona en el primer tiempo y en el complemento entro en su lugar. Después lo de jugar las otras posiciones fue siempre para cubrir alguna vacante desde central hasta volante de contención”.
Durante su carrera profesional compartió terreno de juego con estrellas como Luis Mendoza, David Mota, Richard Páez y Carlos “Chiquichagua” Marín.
Después de colgar los botines Ramón Iriarte hizo diversos cursos para convertirse en entrenador del deporte que tanto ama.
“Como director técnico participé en un triangular que se realizó en nuestro país y donde estaban una selección de España que tenía en sus filas a Camacho y el Valencia que contaba con el argentino Mario Kempes. En ese torneo debutó en la selección venezolana César Baena. Teníamos una selección con un mix de jugadores profesionales y amateurs. Al finalizar esa experiencia entré equipos universitarios como la Universidad Santa María con la que quedé campeón en unos Juegos Juvines y posteriormente a la Universidad Católica Andrés Bello, con ellos no quedé campeón, pero creo que es el mejor equipo que he tenido. Con decirte tenía a mi disposición un jugador como Rafael Mea Vitali (hermano de Micky)”.
La carrera de Iriarte en el fútbol profesional fue rápida como sus zancadas en la cancha, pero dejaron una huella imborrable en los libros de historia del balompié nacional.
De Fioravante De Simone
Coordinador y editor
Venezuela Fútbol