«Qué Hiciste Papaíto», Jamás Te olvidaremos!!!
Por Gabo Capriles
Lázaro Candal es un ícono de Venezuela, su contribución al país va más allá del mundo del periodismo y la narración porque es parte de la génesis que terminó de popularizar y democratizar el fútbol en nuestro país.
PRIMERO LO PRIMERO
Lázaro antes de ser «Papaíto» fue fundador junto a Antonio Cabrujas de la Liga Nacional de Fútbol Menor y todo comenzó en 1962 en las canchas del Cuartel Urdaneta en Catia, hoy el Metro de Pro Patria, con la primera Copa «Vespertino El Mundo».
Lo recordó el profesor Cabruja la noche de la muerte del Gallego, y el profe Cabruja me hizo llegar las sentidas palabras de Alex Candal, su hijo, quien dijo que se había ido tranquilo junto a toda su familia.
Su aporte a Venezuela es inmenso y no tiene parangón porque muchos de los niños del ayer que militaron en la Liga Menor, en su mayoría o jugaron con la selección, o resultaron entrenadores, dirigentes y buenos ciudadanos, y eso no tiene precio!!!
Lo de «Papaíto» vendría después en 1982 en Copa Mundo de España que ganó Italia, donde inmortalizó en una transmisión de Venevisión la frase «Que hiciste Papaíto» en alusión a una jugada de peligro o una falla de un jugador, y se quedó «Papaíto» para siempre.
LA CARTA DE LA FELICIDAD!!
Ni me imaginaba que detrás de esa carta estaba él. Era 1989, no recuerdo el mes pero llegó a la redacción del Diario “El Siglo” una carta de la Federación invitando por primera vez a un diario de provincia a las eliminatorias al Mundial de Italia 90, y el periodista de fútbol del Matutino de los Valles era quien les escribe.
Fue uno de los días más felices de mi vida, uyy qué emoción, qué alegría, todo fue rápido y gracias a Dios tenía el pasaporte al día.
Candal era el empresario de la vinotinto y la primera vez que lo vi fue en Maiquetía donde lo conocí y empezó nuestra amistad, él sabía de mi trabajo en Aragua, era sagaz y pilas a pesar de que tenía un «tumbaíto» lento!!
DEBUT EN RCTV
El único y que se lea bien, que me abrió los micrófonos de RCTV fue Candal, en el Morumbí de Sao Paulo donde nos tragamos las verdes porque Brasil nos goleó 6×0.
Era la época de los hoteles modestos y dignos, pero con sacrificio y esfuerzo.
Nos dimos el lujo de tocar la bola al lado de Candal, mientras la selección entrenaba en Morumbí y en el estadio del Corinthians, aún lo recuerdo con su monito azul y sus piernas arqueadas de futbolista.
VARADOS EN BRASIL
Esos fueron los días del escándalo de las bengalas y del Cóndor Rojas en el Estadio Nacional de Santiago, que fue suspendido por estos hechos y que complicó nuestro itinerario. Tuvimos que quedarnos unos días en Sao Paulo y finalmente la Vinotinto fue a parar a Mendoza, Argentina, para enfrentar a los chilenos.
CAPRILES ERES TREMENDO
Candal era un súper jodedor, le encantaban los chistes y salía con cada ocurrencia.
Un día me dijo «Capriles, tu eres tremendo”, cuando me vio en la puerta del hotel pasando con una amiga en bicicleta, con ella en el «tubito», cómo echamos vaina ese día.
Fue la época de las verdes y de la «Cenicienta» con Carlos Horacio Moreno en la Dirección Técnica.
Perdimos 5×1 con Chile, Candal tuvo problemas con la señal y no le quedó de otra sino transmitir vía teléfono.
Quien les escribe se hizo gran amigo de Candal en este viaje.
El CONSEJO DE MI VIDA
Siempre he tenido la dicha de tener mentores y Candal fue uno de ellos junto a mi amado padre, el profesor Cabruja, el venezolano Gilberto Mendoza, Tulio y Manuel Capriles.
De regreso a Caracas y a la pata de Candal en clase turista, sencillito pero confortable en la Viasa del ayer, Candal me dijo: «Capriles, espero que no te detengas, muévete, vende publicidad, haz radio hijo, sigue escribiendo como lo haces y ya verás».
Cómo no lo voy a querer y agradecer toda la vida.
Me da tristeza que en este mundo de hoy muchas personas hayan perdido el valor del agradecimiento y vivan en la frialdad y el hielo del modernismo.
Dicho y hecho, no paré más nunca y gracias a él , a mi papá que era mi fiador cuando habían créditos bancarios en Venezuela, pude hacer lo que hice en unas 80 ciudades del mundo con el fútbol y otros deportes.
También quiero recordar a su hijo Alex, porque años después se iniciaba el chamo hoy en la palestra mundial, porque pasamos un frío enorme en el Centenario de Montevideo en plena Copa América de Naciones.
Termino señalando que en los 80 todavía redactamos en máquinas de escribir, salían del mercado los telex y entraban en el juego los Fax, es decir, nada de lo que tenemos hoy en nuestras manos o este mundo digital.
Gracias.
«Papaíto» gracias siempre y estoy completamente seguro que estás en el cielo con tu amada esposa, como dijo mi pana Alex, jamás te olvidaremos!!!