“¡Profe, hay una estatua con tú nombre!”
CARACAS – En sus años de juventud, Ramón Iriarte fue una estrella primero en el atletismo donde no sólo ganó varias medallas, sino que también implantó algunos récords. Después esta estrella del salto triple daría el salto al mundo del fútbol donde defendería los colores del Deportivo Galicia y Deportivo Italia.
Un día, después de colgar los botines como jugador profesional, Ramón se encontraba dando una clínica a unos pequeños en el Estadio Nacional, recinto deportivo que lleva el nombre de su padre Brigido Iriarte y un pequeño alumno le hace una pregunta.
“Recuerdo que un día que lleve a los niños de una escuela de fútbol a un entrenamiento de la Vinotinto, que en ese entonces era dirigida por Richard Páez. Junto a los niños de la escuela de fútbol fueron varios representantes y una de las madres recorriendo el Estadio se topó con el busto de Brígido Iriarte, mi padre. Se acercó y me dijo: ‘Ramón ese señor del busto se parece mucho a ti, y es muy raro también lleva tu apellido’, a lo que contesté: ¿Verdad? (risas), nunca he visto ese busto llévame a ver”.
La madre del joven futbolista llevó a Ramón hasta la imagen de su papá. Al llegar allí el ex Galicia, le dijo lo siguiente: “Si, esa estatua lleva mi nombre. El señor del busto es mi papá y el estadio tiene su nombre en su honor”.
Esta anécdota y la del jamón serrano es una de las tantas anécdotas jocosas que nos contó Ramón Iriarte durante el encuentro que tuvimos con él.
de Fioravante De Simone
Editor y coordinador Venezuela Fútbol