Omar «Pulpo» Colmenares y sus historias
Un histórico del fútbol venezolano
Las Anécdotas del Pulpo Colmenares
Ricardo Cabrera
El homenaje que este portal y la gente del fútbol le rindió hace unas semanas al Valencia Fútbol Club, sirvió para el reencuentro de muchas figuras, entre las que se cuentan al histórico Omar “Pulpo” Colmenares, un hombre de una gran trayectoria, de memoria envidiable y quien hoy en día aún se mantiene activo por gusto y no por necesidad, formando a la juventud en los secretos de la portería.
Aprovechamos para conversar un poco y quedar para una conversa más amplia en la que nos contó sobre sus inicios, su vida alrededor del fútbol, además de relatarnos anécdotas hasta hoy poco sabidas de sus años como guardameta activo en el fútbol profesional y en la selección de Venezuela.
En primer lugar nos habló del homenaje que recibieron junto a él muchos integrantes del desaparecido Valencia FC.
“Esa fue una actividad muy hermosa, y un honor que nos hemos ganado durante todos esos años que estuvimos activos como jugadores de fútbol, y nos alegró ver tanta gente con la que compartimos en nuestros años de futbolistas activos, y con estos eventos nos reencontramos en la cancha y fuera de ella, rememorando y compartiendo de la mejor forma. Es muy merecido el homenaje que nos hicieron tanto Luís Vidal y su gente de Venezuela Fútbol Historia, como el Centro Ítalo Venezolano, Creo que este tipo de homenajes, a los que gracias a Dios seguimos vivos y también a los que ya nos dejaron, deberían seguir haciéndose porque así estrechamos lazos de amistad con toda esa constelación de estrellas de otros tiempos, tanto del Valencia como de la Vinotinto, con las que siempre nos alegra encontrarnos”.
Debutó a lo grande
Al preguntarle por sus inicios con el desaparecido equipo “perico” comienzan sus anécdotas, arrancando con la forma cómo llegó al equipo carabobeño.
“Mi llegada al Valencia FC fue una cosa fortuita, porque yo venía del Tiquire FC, que era un equipo de Aragua pero jugaba en Caracas, por una situación que más adelante contaré, el doctor Erminio Staccioli, presidente y dueño del equipo, se puso bravo conmigo y me mandó a que me retirara tanto de la sede como del equipo”.
Recuerda Colmenares que por su juventud era un muchacho de carácter indomable y tuvo un impasse con el señor Staccioli, quien quiso golpearlo con su bastón, pero el joven se lo quitó para seguidamente lanzarlo al techo de la sede del equipo, por lo que el mandamás del Tiquire no lo quiso ver más por los predios del club.
Continúa su relato señalando que “me fui, y mi amigo brasileño Silvio Leite, que estaba con el Tiquire, me llamó y me dijo que el Valencia estaba buscando un portero criollo y él me había recomendado a mí, bueno, da la casualidad que fuimos el domingo a un partido del Valencia y Silvio me presentó al técnico en ese momento, un brasileño llamado Bela,
Ellos hablaron en brasileño, Silvio le dijo que yo era el portero que él le había recomendado, y el entrenador le dice que está bien, pero es muy bajo, a lo que le responde Silvio en brasileño también que “sí, es verdad, pero tiene un corazón demasiado grande, quiero que tú lo veas entrenando y después tú me dices”; yo medio entendía y ví que me estaba recomendando muy bien, no le podía quedar mal”
Agrega el “Pulpo” que “el técnico, creo que por sacarse a Silvio de encima le dijo, “está bien, dile que venga mañana al entrenamiento”, y el lunes, que era día de descanso para los que habían jugado el domingo, solo entrenaban los suplentes y allí me aparecí yo, el técnico me veía entrenando y solo decía bon bon muchacho, pero es pequeño, y Silvio le seguía diciendo en brasileño, si, pero tienes que verlo jugar”.
“Me convocaron otra vez al entrenamiento al día siguiente, y cuál fue mi sorpresa que en la noche estoy en mi casa, y llegan dos directivos del Valencia buscándome, Vascolino Fusco y Gino Fulnari, dos italianos que morían por el Valencia, arreglamos y me ficharon para el equipo. El miércoles jugaba el Valencia contra el Tiquire Flores, y observé la cara de sorpresa de todos los jugadores, porque en ese momento el Valencia tenía a tres arqueros, Wilson y Walter que eran brasileños, y un venezolano que se llamaba Orriols, pero cuando estamos todos en el camerino del Estadio Olímpico, el técnico da la alineación, y me nombra a mí de primero, “Colmenares en la portería”, ..todo el mundo se me quedó viendo, me acuerdo que fue un día miércoles”.
Con los ojos brillándole como en el día del partido, relata el guardameta que “ese día me eché un partidazo, ganamos un duro partido 1-0, fui el mejor de los 22, y en esa época el Vespertino El Mundo, de la Cadena Capriles, tenía una página con una sección en la que le obsequiaba dos pantalones Lois al mejor del partido, y total que me gané mis dos pantalones Lois, por lo que fui a una tienda que tenían en Valencia, me identifiqué y reclamé mis dos pantalones”.
De ahí para adelante el “Pulpo” Colmenares, siempre estuvo en la palestra, dice que se ganó muchos pantalones de esa manera, y que en aquel tiempo no le decían “Pulpo” sino Colmenares a secas, “pero me consolidé y siempre di lo mejor de mí en cada partido”.
En este particular nos cuenta la anécdota ya conocida, del partido entre Valencia y el Nápoles, donde Colmenares sacó de todo, y al día siguiente en la prensa carabobeña el desaparecido periodista Francisco “Pancho” Silvino tituló “Colmenares se erigió como un pulpo en la portería”, y de allí le quedó el apodo para toda su vida.
Solo Valencia y Estudiantes
Escuchar a Omar “Pulpo” Colmenares resulta placentero, por su memoria prodigiosa y su facilidad de palabra, por lo que solo lo dejaremos hablar y nos deleitaremos escuchándolo para ustedes.
“Desde ese año, el 66, que debuté con el Valencia, tuve una trayectoria de 16 años, 17 años prácticamente, con el equipo más querido por mí, con mis altas y mis bajas, ahí fue donde tuve la suerte de debutar y tener toda una trayectoria. Ya yo venía de la selección juvenil, porque fui a Colombia con la selección de Venezuela convocado por Franco, un italiano que vivía en Caracas, que era el entrenador del Canarias y de la selección”.
“Total que bueno, de ahí para adelante, desde mi debut no me sentaron, tuve la suerte de jugar contra el Nápoli y otros equipos extranjeros, me consolidé con la selección de Venezuela hasta el año 75 que estuve jugando y entrenando con ellos”.
“siguiendo con el Valencia, en los últimos años que tuve con el equipo como jugador activo, aparte de mis lesiones, también ayudé a que llegaran muchos jugadores jóvenes de Aragua que luego destacaron en el fútbol profesional, como Darío Castillo, Chano Méndez, Paulo Vega, los hermanos Ángel y William Castillo, todos chamos venidos de Maracay y yo me los llevé para el equipo”.
“También jugué al lado de grandes figuras de nuestro fútbol de esos tiempos, como Luís Scovino y Tortolero, además siempre que botaban a un entrenador yo quedaba como entrenador interino, y estoy muy agradecido con este equipo y sus directivos porque como dice el dicho, “nadie es profeta en su tierra”, soy aragüeño de nacimiento, ya tengo 77 años viviendo en Maracay, compartiendo un tiempito con Mérida, que fue una ciudad que me dio una acogida muy particular, porque estuve jugando con Estudiantes de Mérida prácticamente como seis meses, después tuve una suspensión de un año allá, me lesioné una mano, me fracturé un pie, porque mi trayectoria ha sido digamos que algo accidentada, he compartido muy buenos momentos y también malos momentos, porque tuve una lesión en una rodilla y debí ser operado, tuve que operarme de una lesión en una mano, fractura de la clavícula y muchos encontronazos, porque en el arco no daba mi brazo a torcer, así estuviera yo fracturado y me preguntaban ¿puedes seguir jugando? nunca dije que no, siempre seguía jugando”.
Hay Pulpo para rato
“Estuve en el profesional con el Valencia hasta el año 81 que decidí retirarme, ya con 38 años de edad, después de eso el Estudiantes de Mérida me quiso contratar, también el Zamora, pero yo estaba cansado, mi familia había crecido, mis hijos estaban grandes y ellos querían que estuviera más tiempo con ellos, y total, como en ese tiempo yo jugaba profesional y trabajaba además con las Fuerzas Aéreas, y después empecé a trabajar también con el IND, entonces me retiré y me quedé con estos otros trabajos, como entrenador en las Fuerzas Aéreas duré 35 años, y en el IND también como entrenador cumplí 26 años, de estas dos instituciones ya estoy jubilado y además tengo mi pensión del Seguro Social”.
Señala que “en estos momentos estoy trabajando con el Aragua Fútbol Club, como entrenador de su equipo femenino, porque antes estuve con la selección nacional femenina del 2013 hasta el 2018, y allí tuve la satisfacción de ser parte de sus logros, dos veces campeón suramericano, cuarto lugar en mundiales y un segundo lugar en unos Juegos Olímpicos”. A mi entender mi trayectoria futbolística ha sido bastante exitosa, primero como jugador, y también representé a Venezuela como entrenador y como parte del cuerpo técnico de la selección nacional femenina”.
Siempre le ha gustado preparar a niños y jóvenes en el arte de la portería, y hoy en día tiene su propia Academia, en el patio de su casa, en la que sigue formando a los guardametas del futuro, sobretodo con trabajo personalizado.
Cree en los equipos de Colonias
Le preguntamos a Omar Colmenares por su equipo de toda la vida, si cree que el Valencia no debió desaparecer, pero antes nos muestra su nostalgia por aquellos equipos formados por los italianos, españoles y portugueses, y opina que el Valencia era un equipo de colonias.
“Siempre hacen falta los equipos de colonias porque han sido parte importante de la historia de nuestro fútbol profesional, y en nuestro país aún hay portugueses, italianos, árabes que quieren tener equipos representativos de sus colonias”.
“El Valencia, aunque es uno de los primeros, si no el primer equipo en el fútbol profesional representando a una región del país, fue un equipo de colonias porque lo fundaron un grupo de italianos con poder económico, ansiosos de competir contra los clubes de la capital, y que ponían de 5 y 10 mil bolívares cada uno al mes, que en ese tiempo era mucho dinero”.
“Fue un club que siempre dio que hacer y de qué hablar, desde el año 64 hasta que por motivos económicos tuvo que desaparecer, después salió el Carabobo, y ahora hay dos equipos más de primera división, y creo que un estado tan pequeño como este, tres clubes de primera división es mucho, porque creo que la afición se divide y cada uno apoya al equipo más cercano, como la Academia Puerto Cabello que solo tiene seguidores de esa ciudad, el Gran Valencia es un club de un particular que no representa el sentimiento futbolístico de la ciudad”.
“Además hoy en día se observa mucho a clubes del fútbol profesional que son sostenidos por los gobernantes de su región, y otros que son hobbies o distracciones de particulares.
Hoy en día es mucha la diferencia con el fútbol profesional de mi época de jugador activo, cuando se competía con 8 o 10 equipos, muchos eran clubes de colonias como el Galicia, el Canarias, el Deportivo Portugués, el Valencia que como dije era manejado por italianos, y el Deportivo Italia, después fue que salieron otros como el Lara, el Zamora, el Táchira, que se identificaban más con sus regiones, pero creo que lo mejor es que cada club se identifique más con su estado o región”.
Exceso de clubes
“Para mi gusto hoy en día hay demasiados equipos en el fútbol profesional, y no tenemos tantos jugadores para poder armar equipos competitivos y que nuestro nivel aumente, por eso es que uno ve que cualquiera se pone una franela y juega en el profesional, muchachos de 15 años que se les ve algo, e inmediatamente los suben al profesional, y también vemos esa falta de solidez de muchos equipos, como ocurre con el Trujillanos, que después que estuvo en la cúspide, hoy en día es colista y ya aseguró su descenso a la segunda división, o como el tal Lala FC, un club de un particular, al igual que Hermanos Colmenares, que surgen por el capricho de una persona o un grupo de personas con dinero, y que su hobby es tener un club profesional, pero que nunca tendrán esa historia o esa trayectoria como la tuvo el Galicia o el Italia o el Valencia, que hicieron historia y dejaron huella”.
Termina el “Pulpo” Colmenares exponiendo que “la Federación Venezolana de Fútbol debería tomar esto en cuenta, favorecer o aupar el egreso de clubes que dejaron huella como esos que nombré, y en estados de dos o tres equipos, pues fusionarlos para que quede uno con buena plantilla y poder económico”.