«Nano» Clemente jugó 2 Mundiales de la Emigración
Mundial de Fútbol de la Emigración
Nano Clemente estuvo presente
En las dos primeras ediciones
Ricardo Cabrera
Fernando “Nano” Clemente fue jugador fijo en las dos primeras ediciones del Mundial de la Emigración, razón por la que fue escogido como el primero de esta serie de protagonistas, y además porque los otros han tardado mucho en darnos sus testimonios, o los han hecho muy cortos.
Dejando a un lado lo anecdótico y gracioso, este jugador fue figura importante en el Primer Mundial de la Emigración al que acudió la selección de Venezuela, en La Coruña, en el que llegó a disputar la gran final ante la selección de Argentina.
También estuvo formando parte de la plantilla titular en el segundo Mundial de la Emigración, que se celebró en Vigo, por su calidad de jugador y de persona, y por su entrega en la defensa de los colores del país en cada partido que jugó. Este es el testimonio de Fernando Clemente.
En el inicio de la nota le preguntamos cómo fue su primera convocatoria para integrar una selección de Venezuela para ir a jugar en España.
“La convocatoria para el Primer Mundial creo la hicieron entre el Director Técnico Gregorio “Pescaíto” Gómez y el periodista y narrador Lázaro Candal, escogidos entre todos los jugadores que había en el amateur y el profesional con ascendencia española. Los entrenamientos previos a la convocatoria final se hicieron en el antiguo campo del Loyola, hoy convertido en el Centro San Ignacio. También se reclutaron jugadores del interior del país”.
Como participó en dos de las tres ediciones, le preguntamos cuál considera que fue el mejor Mundial de la Emigración.
“En mi opinión muy personal, no creo que se pueda decir que uno de los Mundiales que se jugaron fue mejor que otro, pero lo cierto es que en el primero que se jugó en La Coruña, es en el que competitivamente hablando más lejos se llegó, porque alcanzamos a jugar la final contra Argentina en el Estadio de Riazor, después de un gran campeonato donde el equipo se fue acoplando más en cada partido. Al llegar más lejos fue en el que más se disfrutó, pero todos fueron imborrables para los que tuvimos la suerte de participar en ellos”.
A una pregunta sobre el mejor partido que cree haber jugado en el Mundial de la Emigración, el Nano Clemente entra en consideraciones sobre lo que uno piensa y lo que piensan los demás…
“Es difícil saber cuál fue el mejor partido que jugué, porque a veces uno cree que jugó bien y los que lo ven desde afuera no opinan lo mismo, y a veces al revés. Algunos compañeros y algunas personas cercanas al grupo me felicitaron por el juego de la final contra Argentina, y además me sirvió para que me llevasen al Galicia profesional con algunos compañeros que también estuvieron en ese Mundial”.
También le pedimos nos contara alguna anécdota o hecho curioso de su participación en los Mundiales de la Emigración.
“Como anécdota entre muchas, me acuerdo que nos llevaron a entrenar a una cancha con mucho frío y nos dieron unos balones para entrenar que eran pesadísimos y duros. Nada más empezar un partido que organizó el Técnico Gregorio Pescaíto Gómez, recuerdo que Adolfo Jarrín metió un chutazo tremendo que casi parte el larguero, y asustó al arquero Pedro Manuel por el ruido que hizo con esos balones. El Pescao al ver aquello lloraba de la risa y todos no pudimos evitar reírnos del susto de Pedro Manuel”.
Seguidamente nos acota que es “inolvidable también cuando el Pescao le decía a Regueiro que no se le ocurriese entrar en nuestra mitad de la cancha para no complicarnos si le quitaban el balón después de sus miles de regates al que se le atravesara”.
Fernando “Nano” Clemente cierra la nota señalando que “los mejores recuerdos, aparte de las miles de anécdotas que todos mantenemos muy vivas en nuestra mente, es saber que gracias a esos momentos que pasamos unidos y luchando por un mismo ideal, se logró consolidar una gran unión en esos grupos, y hasta el día de hoy permanecemos como grandes amigos, aunque no nos veamos muy seguidamente”.