Manuel Plascencia: La Salle es una referencia educativa, futbolera y humana 

 Manuel Plascencia es un libro abierto del futbol Lasallista, caraqueño y venezolano.

*Quien les escribe lo conoció en su paso por la UCAB, y en esa época ya lo veíamos como todo un ícono del balompié nacional.

La historia de Plascencia es súper interesante.

Su padre era militar en España y emigró a Venezuela porque habían motivos políticos suficientes para hacerlo en la década de los años 40.

Luego llegarían los muchachos y la familia.

Es en los colegios de curas primero en Valencia estado Carabobo, en Don Bosco y posteriormente La Salle, donde y cuando Manuel Plascencia se inserta en el fútbol.

«Hay dos hombres que tuvieron mucha influencia en mi destino final que fue la docencia, Ricardo Zamora y Alberto Suárez, quienes me indicaron e incluso me convencieron de que yo tenía condiciones, no como jugador sino como docente, y así fue» dijo Plascencia quien por cierto felicitó la actual obra de Venezuela Fútbol por reconstruir la verdadera historia del balompié nacional, contada por sus propios protagonistas.

«Mire, el Colegio La Salle es una referencia educativa, futbolera y humana sin parangón, y realmente estoy muy orgulloso de haber sido Lasallista en muchas etapas de mi existencia».

«Se trata de toda una institución por donde han pasado grandes hombres en la historia, no solo del fútbol Venezolano sino del país, acuérdense que el finado Luis Herrera Campins, Presidente de Venezuela, fue Lasallista en Acarigua y así muchos personajes del futbol» «Cholo» Tovar, Los Olivares, Los Useche, los Vidal Noya, los Marcano, el dirigente político Eduardo Fernández, es una lista interminable de buenos jugadores y de grandes ciudadanos»

El hermano Luis, nos cuenta Plascencia, quería armar una trabuca en el futbol juvenil (ahora Sub 20) y lo llamó para conversar sobre el asunto.

Plascencia fue tajante, y por la calle del medio le manifestó al padre que si La Salle quería ser campeón Distrital, tenían que buscar jugadores en los barrios.

«Habían muchos estudiantes muy buenos, excelentes estrellas, pero que se iban para la playa los fines de semana, unos eran disciplinados otros no, así que era importante combinarlos con jugadores del asfalto y de la tierra, que necesitaban vivir del fútbol».

Añade que «un sábado me lo llevé para La Guaira para ver tres partidos en El Pavero de Macuto y el Polideportivo «José María Vargas» a un equipo llamado Santiago Apóstol, y observamos jugadores de la talla de Corroncho, un 9 explosivo de los mejores que dirigí, Néstor Vásquez, Enrique Plasencia, Hernández y muchos otros».

Dicho y Hecho.

 «Nos los trajimos para La Salle y armamos un equipazo liderado por Pablo Noya y Enrique Plasencia en el terreno de juego, ganamos ese año el campeonato distrital y nadie nos pudo detener, ni siquiera nuestro archirrival San Ignacio de Loyola, lo ganamos todo seis temporadas mas, fue increíble» dijo el profe.

Esos jugadores evolucionaron, crecieron y tras esas siete conquistas distritales de la mano de Plascencia, La Salle desapareció momentáneamente a raíz de la venta de los terrenos de Sebucán, donde habían tres campos de fútbol hermosos en los que llegaron a practicar el Santos de Pele y el Real Madrid en sus compromisos internacionales en Caracas.

«No quise seguir con La Salle de Tienda Honda, y rechacé la oferta de La Colina, por lo que me fuí al Madeirense y me llevé esa base del equipo de La Salle de jugadores ya Adultos, Mantequilla Pérez, los «Virolos, Carrasquero, Pablo Noya y compañía para seguir cosechando victorias», contó con nostalgia y alegría Manuel Plascencia.

Es importante aclarar que la labor del profesor Plascencia es multi Generacional tanto como Lasallista, y como entrenador de la selección de Distrito Federal y del Madeirense.

En los recuerdos de Manuel Plascencia también aparecen nombres como «Cojito» Rodríguez, «el Quemao» Olivares y su hermano «el Negro» Olivares, toda una figura Futbolística, Douglas Vidal, las famosas finales de La Salle ante San Ignacio de Loyola, que fueron al principio bruscas y motivo de divergencias y peleas, pero que el mismo fútbol se encargó de moldear.

Muchas Figuras pasaron por sus manos, entre ellos Cheché Vidal, Gerson Díaz y los hijos de Luis Mendoza, Luís Enrique y Luís Carlos entre muchos otros.

Cuenta Plascencia que en un torneo internacional en España el Lasallista y estudiante de la Universidad Simón Bolívar, Juan José «Cheché» Vidal deslumbró con su fútbol elegante para salir jugando desde atrás, y su desempeño fue tal con La Vinotinto en Galicia y en Madrid, que atrajo la mirada de uno de los revolucionarios del futbol español de todos los tiempos, como lo fue Luis Aragonés.

«Aragonés es unos de los puntales del fútbol español de hoy, comparable con aquel Brasil de 1970 sin Pele, eso es España hoy, y en aquel entonces Aragonés preguntó por él, lo observó con detenimiento e incluso lo fue a ver  a al hotel donde se encontraba para conocerlo» expreso Plascencia en su recuento.

Para este gran entrenador «Cheché» Vidal ha sido uno o quizás el mejor jugador que tuvo a su cargo, adelantado a su tiempo y a su época, una verdadera leyenda!!!

La anécdota de las Olimpíadas

Manuel Plascencia recuerda con entusiasmo la visita de la Vinotinto que representó al país en las Olimpiadas de Moscú en 1980, al Palacio de Miraflores donde fueron recibidos por el Presidente de la República, Doctor Luis Herrera Campins, otro Lasallista de toda la vida pero en Acarigua estado Portuguesa.

«Fue un día maravilloso, el presidente Herrera echó bromas con el equipo diciendo que la alineación de la selección debía ser de jugadores de La Salle por encima de San Agustín, Don Bosco y San Ignacio de Loyola, con su tradicional estilo llanero».

«Nos trató muy bien y dio órdenes a sus edecanes y generales para que no nos faltara nada desde ese momento hasta el viaje e incluso en Moscú» dijo.

Plascencia, estará presente este próximo sábado 26 de octubre de 2024 en el homenaje de Venezuela Futbol Historia a los 80 años del Colegio La Salle, un gran momento de alegría, de historia, de Reencuentros, y por supuesto de fútbol.