Luís Carlos Mendoza quemó sus barcas en USA
Ricardo Cabrera
Lo más difícil para un hijo de famoso es dedicarse a lo mismo que su padre, porque siempre vendrán las comparaciones, y el hijo deberá cargar con ese peso. Para Luís Carlos Mendoza fue mucho peor, porque es el hijo varón menor del mejor futbolista de todos los tiempos, y para lograr brillar con luz propia hizo lo que nunca intentó su padre, el gran Luis Mendoza “Mendocita”, se fue, sin un plan B a jugar al exterior, se fue a escribir su propia historia, y vaya que la escribió y la sigue escribiendo día tras día.
Conversamos ampliamente con Luis Carlos, quien hoy en día, después de ganarse a pulso su fichaje en un equipo norteamericano, jugó y demostró su clase hasta que llegó el momento del retiro y decidió seguir en Estados Unidos iniciando una bonita carrera como técnico y dirigente, que hoy en día lo tienen en el Club Weston FC del estado de Florida, como Director y técnico del primer equipo. Quisimos conocer todo de su propia boca.
Desde sus inicios
En primer término le hicimos las preguntas de rigor, las que contestan todos los que tienen sus biografías en este portal.
A nuestra primera interrogante, de dónde se inició en la práctica del fútbol, nos responde Luís Carlos que fue “en casa, desde muy pequeño mi papá no me daba comida si no jugaba, y en el fútbol organizado comencé en el Colegio Santo Tomás de Aquino”.
En cuanto a los entrenamientos y la formación en esa época, responde que “la considero muy buena, ya que tuve la gran suerte de que mis entrenadores en mis comienzos fueron los ex futbolistas Pedro Febles y Hamlet Tavares, dos cracks de sus épocas, además en mi carrera también tuve en mis comienzos al gran José Cusati, después en profesional a Manuel Plasencia, Pedro Febles, Adolfo Castro “Castrín”, Rafa Santana, Terry Graham Garbett, jugador del Cosmos de Nueva York, que me dirigió en el equipo NJ Stallions, Ferdinando di Matteo, otro que jugó en Italia y USA profesional, y Richard García.
Recuerda el hijo menor de Mendocita, cómo fue su llegada al fútbol profesional a temprana edad.
Del Colegio Santo Nomás de Aquino me botaron en el segundo año, por un enfrentamiento que tuve con el Padre Savio, quien por sus actitudes hacia mí demostró que para él era más importante su colegio que la selección nacional. Fui llamado a integrar la selección nacional juvenil que en ese momento dirigía el gran central Freddy Ellie, para ir a entrenar una pretemporada en Puerto Ordaz, y al regresar al equipo el padre Savio le quitó mi ficha al entrenador Hamlet Tabarez para que me suspendiera por dos partidos, por dejar el equipo para ir con la selección. De ahí decidí irme a jugar con el equipo de la UCV que dirigía Joe Cusati, uno que sí quería al país».
Recuerda que en sus años de futbolista jugó con Caracas Fútbol Club, con el que hizo su primer contrato como jugador profesional a los 16 años cumplidos, también con el conjunto de segunda Matiplastic, cedido a préstamo por el Caracas, igualmente en Arroceros de Calabozo en primera división, también cedido por los capitalinos, estuvo con Deportivo Italia, el Pepeganga Margarita, regresó al Caracas y de allí se fue a los Estados Unidos, donde hizo el grado con el equipo de segunda división Stallions de Nueva Jersey, y Caracas FC no tuvo problemas para cederlo nuevamente.
Le preguntamos cómo era el fútbol profesional en esos años en que Luis Carlos se inició siguiendo los pasos de su padre.
“Tuve los dos sabores en mi carrera como futbolista jugué con el mejor, el Caracas FC y por ser muy joven, con apenas 16 años, el club que en ese momento era el más serio y organizado de fútbol profesional en el país, me prestó para jugar en Arroceros de Calabozo, un equipo joven y bastante modesto, que apenas había ascendido esa temporada a la primera división, y debo decir que fue una época muy formativa para mí, no solo porque el técnico era el gran Adolfo Castro, mejor conocido como “Castrín”, porque me sirvió no solo para crecer como futbolista, sino como persona. Tengo muchos y muy buenos recuerdos de esa época. De vivir en un barrio bueno de la capital, me tocó ir a convivir en la ciudad de calabozo con otros 8 jugadores del equipo, todos cracks no solo en la cancha, sino como personas”.
Continuando con su respuesta, nos señala que “en el Pepeganga Margarita FC también me fui muy joven, y allí tuve un año, que fue de crecimiento y muy importante para mi formación, no jugué mucho por ser muy joven, pero aprendí una barbaridad con el técnico uruguayo Miguel Acosta, el popular Miguelón, y Rafa Santana por un periodo corto. Una lástima, porque me hubiese gustado jugar más tiempo para este cuerpo técnico porque trabajaba muy bien. Creo que el fueron unos entrenadores que siguen influenciando mi carrera de técnico”.
Al lado o en contra de los mejores
A su lado y también como rivales, Luís Carlos compartió cancha con figuras nacionales e internacionales, jugadores históricos del fútbol venezolano y mundial.
Enfrenté a figuras como Roberto Carlos, Diego Simeone, el Colorado Gamarra, por nombrar solo a unos pocos, y a nivel local, y como compañeros o rivales en el país tuve a mi lado o en la cancha contraria a muchos cracks como Gaby Miranda, Stalin Rivas, Gerson Díaz, Salizú Ibrahin, Juan Arango, Juan Carlos Letelier, Alexander Hezzel, Gonzalo Landaeta, Roberto “Roby” Cavallo, Elvis Martínez, Giovanni Savarese, Julio César Dos Santos, Zdenko Morovic, Carlos Pío Betancourt, el gran Nelson Carrero, y dos fenómenos como Mon López y Héctor Rivas, que si los mezclamos en una licuadora sacamos un futbolista extraterrestre. Además debo mencionar a Juan Carabaño, el que se convirtió en mi mejor amigo, tanto así que llamó a su hijo Luis Carlos, y es un crack de jugador y mejor persona”.
-¿Qué partido recuerdas con mayor entusiasmo?
“Un partido Caracas FC vs Deportivo Italia, que el Caracas ganó 1-0 con gol mío, y también el partido Caracas vs Cerro Porteño en el Estadio “Defensores del Chaco”, de Copa Libertadores, ese día fue especial”.
-¿Qué juego eliminarías en tu carrera?
“Un juego amistoso con el NJ Stallions, donde falleció un compañero en la cancha”, nos dice lacónicamente, sin añadir nada más..
Recuerda que vistió la camiseta de la vinotinto en selecciones infantiles, en juvenil, un Sudamericano en Argentina, y la selección preolímpica en el torneo de Paraguay, experiencias muy gratas todas, porque siempre es un privilegio defender los colores del país.
También la preguntamos cuáles y cómo fueron su primer y su último partido vistiendo los colores de la vinotinto.
“El primero de manera oficial fue con la selección juvenil en un partido amistoso en El Callao, en donde se edificó el primer campo de fútbol del país, creo que el Estadio es el “Héctor Thomas”, y el último no lo jugué, estuve en la banca pero fue un día hermoso para nuestro país, en el histórico Estadio “Defensores del Chaco”, en Asunción, en el Torneo Preolímpico de Paraguay, un empate Venezuela 2 Brasil 2, y con ese resultado pasaba Paraguay a las Olimpíadas y quedaba fuera Brasil, con 65 mil personas cantando nuestro Himno Nacional, todos paraguayos, agradecidos por el esfuerzo que hizo nuestra selección, que conformó para este torneo un gran grupo. En ese partido se destacaron por encima de todos Gerson Díaz y el burro Edson Rodríguez, que ese día parecían brasileños”.
Su visión del fútbol criollo hoy
Luis Carlos tiene su particular y muy respetable punto de vista de la actualidad del fútbol venezolano.
“Creo que hemos mejorado muchísimo. Pero también tenemos que entender que nos falta muchísimo para alcanzar a nuestros vecinos, un toque de humildad y más trabajo organizado en nuestras categorías menores, eso sería fundamental”.
Agrega que “Richard Páez cambió nuestra mentalidad y creó un cambio que debía ser general y profundo, pero ese cambio fue solo arriba y específicamente con un grupo de jugadores que se lo creyeron y le rindieron. Después ese trabajo lo heredó el profesor César Farías, para mi esas dos etapas pusieron a Venezuela en el mapa futbolístico”.
En su manera muy personal de ver las cosas, continúa señalando Luis Carlos Mendoza que en lugar de seguir avanzando “nos confundimos y pensamos que ya estábamos en un nivel comparado a los grandes de Suramérica, y la verdad que estamos muy lejos. Sin trabajo de base, sin organización, sin humildad, sin mejoramiento de nuestro fútbol local para que vaya creando jugadores de primer nivel con el objetivo de que sean contratados en las mejores ligas del mundo y sean titulares en sus equipos, solo tendremos destellos de mejoras que son nada más un espejismo de la realidad. Esas distancias entre nosotros y las potencias suramericanas cada vez estarán más lejos si no corregimos y ponemos los pies en la tierra”.
Como siempre desde que dio sus primeros pasos en el fútbol de alta competencia, sabía que este deporte es su vida e iba a hacer carrera como técnico, al igual que su padre, Luis Carlos siempre tuvo mucho que aprender de los técnicos que lo dirigieron, y nos habla de algunos de ellos.
“De Pedro Febles rescataría todo, como persona y entrenador estaba adelantado a su generación, fue el técnico que cambió mi carrera y la forma de jugar al fútbol, y si me pongo a pensar, realmente todos mis entrenadores me dejaron un aprendizaje, de todos aprendí mucho: Manuel Plasencia tenía una forma extremadamente buena de charlar con los jugadores, siempre dejó algo en todos los jugadores en cada charla, no siempre en lo futbolístico sino de la vida misma”.
Por supuesto que se refiere a su padre, y señala que “me faltarían letras o palabras para describir la influencia tan positiva que siempre tuve y tengo de mi padre Mendocita, fue difícil pero un gran honor ser dirigido por mi viejo”.
Al igual que lo señaló en párrafos anteriores, como fue con el “loco” Mendocita, toda la vida de Luis Carlos ha girado en torno al fútbol, e inmediatamente después de su retiro como futbolista profesional activo, se dedicó a dirigir y a mejorar su preparación técnica.
“Soy técnico de fútbol, desde mi carrera de jugador siempre tuve el técnico adentro. Tomaba y todavía tengo, notas de ejercicios los cuales hice con mis técnicos cuando jugaba, porque siempre supe que terminaría como técnico, al igual que mi viejo, en mi vida solo hice fútbol y me siento muy afortunado por eso, para mí no es un trabajo es una pasión y hasta lo haría de gratis, pero espero que el presidente de mi club no lea este artículo”, y se ríe ruidosamente.
Su trayectoria en USA hasta hoy
Le pedimos de manera especial a Luís Carlos Mendoza, que nos relate y resuma cómo ha sido su actividad en los Estados Unidos desde su partida hasta el día de hoy.
“Lo de mi partida a USA empezó en una habitación de un hotel en una concentración antes de jugar con el Caracas Fútbol Club un juego de Copa Libertadores, cuando estuve con mi amigo el gran Gio Savarese, empezamos a charlar de su experiencia en los Estados Unidos, y me convenció de ir a probar en el Metro Star de Nueva York. Gio en esos momentos era uno de los jugadores más importantes de la Liga, y era y es una persona muy respetada aquí en los Estados Unidos”
Sigue contando que “hablé con la directiva del Caracas y me permitieron que me marchara para hacer la prueba con el equipo, pero el NY Metro Star no me firmó por ocupar puesto de extranjero, y en cambio me mandó a uno de sus filiales en la segunda división del fútbol de los Estados Unidos, el NJ Stallions, en el cual jugué 5 temporadas continuas, los primeros 3 años estuve prestado por el Caracas FC que era dueño de mi ficha, y después decidimos toda la familia, yo junto a mi esposa y mi primer hijo Luís Daniel, el cual nació en los Estados Unidos, radicarnos en este hermoso país que me ha permitido salir adelante en lo que me gusta”.
Resalta el informante que durante sus dos últimas temporadas como jugador activo se dedicó a estudiar y obtuvo la Licencia B, para continuar sus estudios y posteriormente lograr la Licencia A, de entrenador profesional.
“Me retiré como jugador profesional, y el NJ Stallions me ofreció ser el técnico del equipo. Así empezó mi carrera como técnico, y tengo muy buenos recuerdos de esa época con el presidente del Stallions, Nino lupi, y esto fue fundamental para mi crecimiento en un país extranjero”
Recuerda Luis Carlos que estuvo 10 años como jugador y técnico del NJ Stallions, trabajó como scout de la Selección de los Estados Unidos por 6 años, luego pasó a ser Director de TSFACademy, con el cargo específico de director del club y técnico del primer equipo por 11 años. Actualmente como tiene el cargo de Director de WESTON FC en la misma capacidad.
Especifica Luís Carlos que “para mí la salida de mi país fue muy difícil, ya que estaba muy cómodo jugando en el mejor equipo del país en aquel momento, con una nómina que tenía a 14 jugadores de selección nacional y habían sido campeones del país por tres años consecutivos, pero mi decisión fue la correcta ya que al salir a un país que no conocía mi apellido el apellido que heredé de mi padre el mejor jugador de Venezuela de todos los tiempos, me obligó a empezar de cero y hacer mi carrera en un país extraño, sin comparaciones, sin ayudas o dificultades por mi nombre, y presionado por la necesidad de rendimiento por disputar puesto de extranjero. A cambio de todo esto, tenía la tranquilidad de que no me gritaran miles de fanáticos en un estadio rival cosas como “Mendoza Tronco, hdp, el que jugaba era tu papá y no tú”, y hasta tenían razón”.
¿Ventaja o desventaja?
En este punto nos atrevemos a preguntarle a Luís Carlos si hoy en día, ya viendo las cosas desde otra perspectiva, por la edad y los años de distancia, si considera que su apellido y el ser hijo del mejor futbolista de todos los tiempos, (aunque algunos lo discutan y piensen otra cosa) no le hizo más difíciles las cosas. Piensa mucho para darnos la respuesta.
Ricardo, he meditado mucho esta respuesta, porque está difícil. Si mira, no es fácil ser hijo del mejor del país, siempre hay puntos de comparación, y mi papá es incomparable, entonces, imagínate, era una tarea muy fuerte la que teníamos Luis Enrique y yo cuando decidimos ser futbolistas también, pero en lo positivo es bueno, el ejemplo que nos daba mi papá, no solamente en la cancha, sino también en la casa, de cómo cuidarse. Cómo dedicarse que digo al cien por ciento, al ciento veinte por ciento a lo que amaba que era el fútbol, que fue lo único que hizo y entonces es una tarea difícil no, es una tarea muy difícil ser el hijo y tratar de llegarle un poquito cerca a lo que él hizo, porque eso es una meta imposible, pero si, eso es lo positivo ¿no?, lo negativo es lo que te digo, es la presión del día a día, de que te comparen siempre con el mejor, entonces eso puede ser positivo y negativo a la misma vez”.
Agrega de inmediato que “por eso fue la salida mía del país, yo creo que me benefició como futbolista y como persona, porque me dio ese chance de poder crear un poquitito de mi propia historia, y entonces por ahí van las cosas, pero bueno, súper orgulloso de ser hijo de Mendocita, y si me tocara otra vez decidir eso, volvería a hacerlo porque es un orgullo muy grande, un orgullo grandísimo, pero a la vez es muy difícil, y la prueba de que es tan difícil es que muy pocos jugadores que hayan sido hijos de jugadores reconocidos, después llegan a ser o a obtener los mismos logros que sus padres, por muchas razones que no voy a ser yo quien las explique”.
El apoyo de la familia
En esta parte, ya al final de la nota, quiere Luís Carlos hablar del gran apoyo que siempre ha recibido de su gente, en su momento y hasta ahora de su abuelo, su padre, su madre y en los Estados Unidos de su esposa y sus hijos.
“Ha sido muy importante para mí el apoyo de mi esposa Jane y de mis dos mejores goles mis dos hijos Luís Daniel y Luís Alessandro, uno futbolista y el otro músico, que han sido mis columnas en momentos buenos y malos, ellos hacen ver lo difícil muy fácil.
Acota que “mi esposa Jane me ha apoyado mucho, tenemos muchos años de casados y tengo la suerte de que ella es hija de un futbolista, de Vito Fassano, nos conocimos desde pequeñitos, yo tenía 6 años y ella 3, cuando mi papá y Fassano entrenaban y jugaban juntos, y después con el tiempo terminamos casados. Por eso mis hijos son Mendoza Fassano. Eso ayudó mucho, porque además de que a ella siempre le ha encantado el fútbol, sabe cuál es la rutina de un futbolista, de los entrenamientos, las concentraciones y los viajes, y de su esposa, porque su mamá la vivió con su papá, y eso me facilitó mucho las cosas”.
“Quema las Barcas” le dijo el Yeyo
No quiso dejar pasar la entrevista Luís Carlos, sin darle el debido espacio a la influencia que en su vida ha tenido en vida, y aún hoy en día después de años de fallecido, su abuelo Luís Alejo Mendoza, el gran Yeyo, como cariñosamente lo apodaban.
Algo que definitivamente marcó para siempre mi vida, fue el consejo de mi abuelo, el Yeyo Luís Alejo Mendoza, un crack en todo el sentido de la palabra, quien al enterarse de que me iba a abrir camino en Estados Unidos solo me dijo una cosa, una frase que me marcó: “solo te digo algo, quema las barcas”.
“Lo del Yeyo y las barcas, es que me dijo que cuando viajara y llegara al puerto, que quemara las barcas, eso quiere decir que el regreso no era opción, que le diera con todo y a muerte para salir adelante en el equipo y en el nuevo país, hasta obtener lo que yo quería y por lo que me había ido de mi país, y no sabes cuánto me ayudó ese consejo del Yeyo, porque le hice caso, no viajé con segundos planes, me concentré en hacer el equipo y no pensé en más opciones, eso me aclaró mucho la cabeza y me dio fuerzas para luchar en un país extranjero sin dominar el idioma, y para el Yeyo fue la primera llamada cuando me ofrecieron el contrato”.
Además del apoyo que siente de su fallecida mamá, Lilia, “que siempre estuvo a mi lado, y lo sigue estando hoy, también, recibe desde el cielo el respaldo “de mi abuelo, que me dio siempre y me sigue dando, falleció pero sigue conmigo. Siempre me basé y me apoyé en los consejos del Yeyo mi abuelo, un sabio, y yo sin su enseñanza no estuviera donde estoy ahorita”.
En el último torneo de la MLS Next, la liga juvenil Número uno de Estados Unidos, en California, el Weston FC, el equipo que dirige Luís Carlos Mendoza, quedó entre los 3 mejores equipos del país.
“Extraño muchísimo a mi país y siempre está presente el regresar a aportar y trabajar en nuestro fútbol”, fueron las palabras de cierre de esta nota, por parte de Luis Carlos Mendoza.