Juan José “Cheché” Vidal y el oro en los CAC’82: Doble expulsión injusta y contrastes palaciegos

Seriado Centroamericanos y del Caribe 1982

Medalla de Oro.

Como siempre ha sido en todo lo que ha hecho en la vida, Juan José “Cheche” Vidal, tiene mucho qué decir del oro conquistado por el fútbol en los Juegos Centroamericanos y del Caribe’82 de La Habana, con su pasión y vehemencia características, por eso es mejor dejarlo de una vez que nos comente su experiencia en Cuba.

En primer lugar señala cómo fue su llegada a esa selección.

“Yo venia jugando en todas las selecciones Vinotinto hasta esos Juegos, y venía siendo co-capitán de esa selección desde los Juegos Olímpicos de 1980. Renuncie a seguir participando con la selección Profesional después de la Copa América de 1979”.

Como sus compañeros de selección, habla maravillas de la cohesión que existió en esa selección.

“Fue extraordinaria.  Yo venia jugando con la mayoría de los integrantes de esa selección desde los 15 o 16 años, desde los Suramericanos Juveniles de Valencia 1977, además teníamos historia en los Centroamericanos y del Caribe anteriores, los de Medellín en 1978, donde logramos medalla de plata por primera vez en la historia de esos juegos.  Yo recuerdo marcar el Penalti decisivo contra Bermudas que nos llevó a la final”.

Al preguntarle por los momentos que más recuerda de la competición, Cheché se explaya en historias, comentarios y anécdotas que no tienen desperdicio.

“El momento mas significativo fue ganar primero a Cuba en la semifinal y luego a México en la final.  Para mi fueron momentos agridulces, porque tuve que verlos de afuera debido a la más injusta de las expulsiones después de un partido de la eliminatoria donde se armó una tángana, y el árbitro cubano me expulsó”.

“Todavía recuerdo a Manual Plasencia diciéndome escandalizado que el arbitro le había dicho que “el capitán, Vidal, y el número 19, los dos están expulsados”. Y me dijo molesto, que no era raro en él, “te expulsaron doble Cheché”, ya que yo era el Capitán y llevaba la camiseta 19”.

Todavía algo decepcionado por lo que pasó, agrega que “lo peor es que yo no tuve nada que ver con la tángana, lo único que hice fue separar y hasta defender para que no mataran a Nikolac, que se había caído y le estaban cayendo con todo los mexicanos.  Para colmo, un periodista que ni siquiera estaba en Cuba publicó después que yo me merecía medalla de barro. Fue una de las experiencias más humillantes e injustas que viví.  Gracias a Dios el equipo logró ganar la de oro, aún a pesar de todo eso”.

Fue escueto al preguntarle en general sobre los CAC’82 de La Habana, señalando que “mi recuerdo es que el fútbol Venezolano era una de las atracciones de esos juegos”.

 A pesar de los años, Cheché Vidal tiene viva en la memoria su experiencia de la visita al Palacio de Gobierno de los Castro, una vez ganada la medalla de Oro.

“Yo fui el único invitado de la delegación, de futbol seguro, y creo que solo unos pocos de la de Venezuela, y para mí fue una experiencia que nunca olvidare.  Me mandaron a buscar en una limusina donde iba solo, y el paso por la Habana fue descubrir cómo aquella ciudad estaba en ruinas.  Pero toda esa pobreza de la ciudad se convertía en un claro y contrastante prólogo para la opulencia que evidencié a mi entrada al Palacio de la Revolución”.

“Nunca olvidaré esas contrastantes realidades.  Para hacerlo aún más palaciego todo, el protocolo del Palacio anunciaba el nombre de uno apenas uno entraba, y le pedían que caminara por el gran recinto hasta una especie de podio donde estaban parados, de Izquierda a Derecha, Alberto Juantorena, quien entonces era el Presidente del Instituto del Deporte Cubano, Fidel Castro y Teófilo Stevenson”

Remata señalando que “yo estaba tan afectado por todos los contrastes, que al seguir el protocolo de darle la mano a Fidel, me voltee hacia Juantorena y le dije que tenia que hablar con él, en un obvio rompimiento del protocolo.  Fidel lo miró y Juantorena asintió a mi petición.  Cuando finalmente lo tuve al frente a Juantorena, le pregunté: “¿porque tanta pobreza afuera y tanta opulencia aquí adentro?”.  De su respuesta solo recuerdo que fue el principio de muchas discusiones que tuvimos en varios eventos donde nos fuimos encontrando por el mundo después de esa primera vez, pero solo fue palabrería”.

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