Jonathan Rosas es ejemplo de trabajo, enfoque y pasión
Ricardo Cabrera
Jonathan Rosas es el vivo ejemplo de ese venezolano tenaz y emprendedor, que sin importar las circunstancias no cambia su sueño ni desvía su rumbo, visualiza, se prepara, trabaja y trabaja con la mente puesta en su meta, y cuando otros creen que la alcanzó, él sigue fijándose metas, para no perder el enfoque.
A pesar de que como futbolista profesional hizo una carrera, sus metas eran otras y desde pequeño las visualizó, alternando sus estudios o su actividad como futbolista de alto nivel con la de entrenador de equipos, comenzando con las categorías pequeñas en su colegio, el San Agustín de El Paraíso, en Caracas, hasta llegar a lo que es hoy en día, además de Director Técnico del equipo élite, el CEO (Chief Executive Oficer) o Director Ejecutivo de su organización, Miami Sun Fútbol Club, Academia y equipo con sede al sur del estado de Florida, en el Doral, que compite en la United Premier Soccer League, de tercera división profesional, pero allí no se queda, y como señala en su instagram, el Miami Sun FC es “equipo de fútbol profesional y cantera de desarrollo”.
Respondiendo algunas preguntas tipo, las que le hacemos a cada personaje que mostramos en este portal, Jonathan Rosas nos muestra algo de su vida, siempre ligada al fútbol.
A la primera pregunta, ¿dónde te iniciaste a jugar fútbol? responde de forma escueta “San Agustín de El Paraíso”, por lo que le pedimos algo más y nos explica:
“La pasión del fútbol definitivamente nace de una familia netamente futbolera, los cuatro hermanos de mi papá, porque son cinco, todos jugaron al fútbol, y todos estudiaron en el San Agustín de El Paraíso, colegio agustiniano reconocido en Caracas, donde el fútbol era en esa época prácticamente una materia más en el pensum, la guía de mis primos también, que jugaron fútbol en el San Agustín, y eran mis ídolos, mis primos mis tíos, todos jugaban al fútbol, iba a verlos jugar desde los cuatro años, cuando empecé a jugar al fútbol en mi colegio y claro, mi padre, comunicador social, estuvo siempre inmiscuido con la selección nacional y con el fútbol profesional, de la mano de él íbamos a todos los partidos los fines de semana en el “Brígido Iriarte” o en el Olímpico, cuando narraba con el Marítimo, cuando narró con el Caracas, cuando fue asistente técnico del gran “Pollo Ronco” Sandoval, y tantas cosas más”.
A esto agrega que “mi papá (el fallecido periodista deportivo Freddy Rosas) con su columna Balonazos durante 20 años en el Diario Meridiano, también me motivó, o sea que todo todo era fútbol en mi casa, todo era deportes, y eso obviamente fue lo que terminó de despertar mi día a día, y tomarlo como un modo de vida, porque hoy tengo la dicha de vivir del fútbol, desde que fui futbolista profesional hasta hoy que estoy en la dirección técnica y en la gerencia de mi propio club”.
Le preguntamos cómo era la formación, los entrenamientos y la preparación en esos primeros años, nos habla de “mucha técnica individual, entrenamiento de tipo lúdico”, acotando también que “tuve la dicha de que mis entrenadores en el fútbol base eran unos adelantados para la época: Pedro Febles, José Hernández el hijo del gran Nerio, y Carlos María Ravel. Eran Directores técnicos Profesionales, trabajando en fútbol base y en primera división simultáneamente, todo un privilegio”.
Indagamos cómo fue el salto de Jonathan Rosas al fútbol profesional:
“Jugaba en el equipo sub 20 del Deportivo Italchacao, que militaba en la primera división, y me convocaron a la selección de Venezuela a una gira por Brasil. Al regresar Los hermanos Cavalieri, Raúl y Fernando, quien en su momento fue Director Técnico de la selección sub-20 de Chile, me subieron al equipo de primera división. Ese año 1999 fue mi debut, salimos campeones del fútbol profesional de la primera división, y también del torneo sub 20, fue algo inolvidable”.
Nos comenta Jonathan que en su carrera como jugador profesional militó en los clubes Deportivo Italchacao, Deportivo Galicia FC, Club Sport Marítimo de Venezuela y Estrella Roja, y también nos explica cómo era el fútbol profesional en esa época.
“Me correspondió jugar en años en que, en mi concepto, el fútbol profesional tenía muchísimo nivel, tan solo 10 equipos en primera División, todos los jugadores de la selección nacional estaban repartidos entre Caracas Fútbol Club, Deportivo Táchira, Estudiantes de Mérida y el Deportivo Italchacao, y solo 3 o 4 jugadores jugaban en el extranjero. No había obligatoriedad de incluir en los once titulares ni en las plantillas al jugador norma juvenil, y el futbolista sub-20 que jugaba lo hacía porque se ganaba su puesto, porque en verdad era diferente”.
Por si alguien duda de lo que afirma Jonathan Rosas, nos ofrece algunos nombres de jugadores con los que jugó y a los que enfrentó en sus años de futbolista profesional activo.
“Jugué en Italchacao con Gerson Díaz, Airton Da Silva, Gilberto Angelucci, Rubert Morán, Rafael Castellín, Leopoldo Jiménez, Cristhian Cásseres, en el Galicia con Stalin Rivas, Edson Rodríguez, José Ramón “Mon” López, Héctor Rivas, en la selección con Juan Arango, Renny Vega, Micky Mea Vitali, Ricardo David Páez, Buda Torrealba y muchos otros más que puedo seguir nombrando porque la verdad es que sobraba el talento, por algo fue la generación del boom Vinotinto”.
De su paso por el fútbol rentado como jugador activo, el partido que recuerda con mayor entusiasmo “fue el que jugué con el Italchacao contra Cruz azul en pre libertadores en México, porque hicimos un partidazo, y me recuerdo que unos empresarios llegaron hasta la cancha para preguntar por nuestro delantero número 9, que era Rafael Castellín, porque la rompió ese día”.
Siempre los futbolistas tienen partidos que son para el olvido, de esos en los que no les sale nada bien y que quisieran no haber jugado, por lo que le preguntamos a Jonathan Rosas si eliminaría de su carrera algún partido de los muchos que jugó en primera división, y nos responde de forma muy positiva que “no eliminaría ninguno, todos me dejaron un gran aprendizaje”.
Con la selección estuvo poco, pero aún así nos responde que su experiencia vinotinto fue “el sueño de un niño enamorado de un balón, que se hizo realidad”.
En sus años de actividad dentro del balompié rentado tuvo pocos técnicos, pero de todos tomó siempre lo positivo: Rafa Santana, Raúl y Fernando Cavalieri, Carlos María Ravel y Manuel Plasencia.
Para prepararse cuando llegara el momento del retiro, y aunque no lo dijo Jonathan, pero lo suponemos nosotros, para seguir los pasos de su papá, “al terminar mi carrera como futbolista profesional terminé mis estudios de comunicación social, participé en programas de radio y comerciales de Televisión, pero siempre me mantuve como entrenador mientras jugaba, lo que decidí seguir haciendo ya a tiempo completo desde el año 2.000, y ya tengo 23 años en esto”.
Como todo amante del fútbol venezolano que se precie de serlo, Jonathan Rosas aún desde la distancia está al tanto de lo que ocurre en nuestro balompié, por lo que al preguntarle su opinión de lo que es actualmente nuestro fútbol no tiene problemas para responder.
“La situación financiera en el fútbol venezolano es lo que más preocupa, porque en nuestro fútbol los cuerpos técnicos buscan siempre prepararse y actualizarse en la medida de las posibilidades de cada uno, hay un grupo muy capacitado, el talento en las canchas siempre ha existido, y les toca a los técnicos seguir desarrollándolo y darles cabida a los jugadores nuestros, colocarlos en juego para que tengan exposición y puedan mejorar”.
Y tanto está pendiente nuestro entrevistado de la actualidad del fútbol venezolano, que al preguntarle qué jugadores criollos destacaría en estos momentos, responde sin vacilar que “de lo que he visto Jovanny Bolívar, del Deportivo La Guaira y David Martínez del Monagas, se perderán de vista”.
Emigrar sin perder el sueño
En esta parte de la nota le hacemos preguntas a Jonathan Rosas sobre su actividad fuera del país, comenzando por conocer el porqué de su decisión hace siete años emigrar de manera definitiva.
“Fue precisamente por el tema inseguridad que reinaba en ese momento en el país, mataron a un buen amigo y eso me hizo tomar la decisión, de la que no me arrepiento para nada”.
Al preguntarle qué hace hoy en día, o desde que llegó a los estados Unidos, nos contesta que “soy el fundador, Director General y Director del Miami Sun Fútbol Club, de nivel profesional”.
Le pedimos que nos hable un poco de cómo llegó a esta posición.
“Gerencialmente hablando, haber trabajado en el Carabobo Fútbol Club antes de venirme a Miami, me sirvió mucho como asistente técnico, a tener más herramientas para poder cristalizar un proyecto que hoy es una realidad, es el club Miami Sun, con el que formamos bases sólidas que no es tan fácil como pareciera, pero sí entendiendo el sistema norteamericano, y sintiendo la necesidad de que siempre estuve en el profesional, porque cuando fui futbolista profesional, y desde pequeño ya trabajaba como entrenador en mi colegio, hacía las dos carreras simultáneas, y creo yo que la necesidad de volver a estar compitiendo en el profesional, sirvió muchísimo para que tomara la determinación de armar un club de fútbol de tercera división, con Academia, con todas las categorías inferiores hoy por hoy, que nos da muchísima alegría porque en cinco años hemos agarrado muchísima fuerza en el Sur de la Florida”.
Agrega Jonathan que “como yo siempre digo que no solo es armarse de valor y dar el paso hacia adelante de hacer una gestión deportiva, sino que además los resultados se consiguieron en todas las categorías, y eso también es un motivo de orgullo”.
Preguntamos si la trayectoria que tuvo y la experiencia adquirida en el fútbol profesional le sirvieron para emprender como lo hizo, y responde que “más que mi trayectoria ha sido mi preparación la que me ha servido, haber hecho todos los cursos de la Federación Venezolana de Fútbol terminando con el carnet de entrenador nacional, haber hecho pasantías en clubes de Argentina, cursos de actualización y metodología en España, todo eso me ha servido. Puedo adaptar algunas herramientas de trabajo acá, y obviamente los resultados obtenidos son el mejor respaldo”.
Al pedirle nos responda si piensa regresar al país, escuetamente dice que “el escenario en Venezuela es complejo para regresar hoy, pero sin embargo no se descarta en el futuro”.
Finalmente y para terminar esta nota, en relación al futuro, Jonathan Rosas señala que en este 2023 tiene programado “seguir preparándome como Director Técnico, hacer cursos de actualización, coaching, liderazgo, dirigir muchos partidos de todos los niveles, y seguir formando bases sólidas en el club Miami Sun FC, porque aspiro, ¿por qué no?, llevarlo a lo más alto, a la MLS”.
Si sigue haciéndolo como hasta ahora, con tanto enfoque, pasión y trabajo, no dudamos que lo pueda conseguir.