Héctor Pablo Bidoglio, un rosarino con corazón Vinotinto

CARACAS –  “Llevo tu luz y tu aroma en mi piel y el cuatro en el corazón, llevo en mi sangre la espuma del mar y tu horizonte en mis ojos. No envidio el vuelo ni el nido al turpial, soy como el viento en la mies, siento el Caribe como a una mujer, soy así, que voy hacer. Soy desierto, selva, nieve y volcán y al andar dejo mi estela (…) dice la reconocida canción Venezuela escrita por los españoles Pablo Herrero Ibarz y José Luis Armenteros Sánchez.

El texto del que es considerado como el tercer himno de nuestro país refleja el sentimiento que tiene hacia nuestro país Héctor Pablo Bidoglio, mediocampista que nace un 5 de febrero de 1968 en la ciudad argentina de Rosario, pero que gran parte de su carrera deportiva la vive en Venezuela. Esta situación lo llevó a enamorarse de la tierra de Bolívar de tal manera que defendió la elástica de la Vinotinto con la misma garra y amor que los otros criollos.

“En la zona donde yo vivía, en Rosario, estaba llena de los llamados potreros. Actualmente, ya no existen esos potreros por el mismo crecimiento de la ciudad. Ahora allí hay manzanas llenas de casas y edificos. Mis primeras patadas a un balón las dí en esas canchas que había en mi barrio. También jugaba con el Atlético Provincial, en la categoria infantil. Después pasé a jugar con el Renato Cesarini, club que en ese momento estaba bajo el mando de Jorge «El Indio» Solari, el tío del «Indiecito”.

 

 

El Colegio Deportivo Renato Cesarini nace en 1975 como una forma de homenajear a aquel brillante jugador y técnico nacido en Italia, pero que desarrollo toda su carrera deportiva en Argentina. En poco tiempo este club se convirtió en uno de los más importantes de Rosario, por sus filas pasaron estrellas como Javier Mascherano, Martín Demichelis, Augusto Solari, entre otros.

“El Renato Cesarini, fue uno de los primeros clubes que mezcló el trabajo físico con lo táctico. Después, pasé a las categorías inferiores de Newell’s Old Boys, donde me mantuve 4-5 años. Tuve como entrenadores a Jorge Bernardo Griffa, una persona espectacular con todo lo que tiene que ver con el aspecto formativo, también tuve como técnicos a Marcelo Bielsa, Luis «Chiche» Lutman, Carlos Ramacciotti, entre otros. Con los rojinegros jugué hasta la categoría reserva, entrené algunas veces con el primer equipo per nunca debuté, con Bielsa en el banquillo quedamos campeones. En las categorías formativas compartí con Abel Balbo, Nestor Sensini, Mauricio Pochettino, Gabriel Batistuta, Darío Franco entre otros fue una etapa expectacular. Newells era excelente en la captación formación y capacitación de los futbolistas”.

Aunque nunca llegó a debutar con el primer equipo de los “Leprosos” su óptimo trabajo le sirvió para llamar la atención en la Primera División de Chile, a la que se marchó en 1990 de la mano de Club Deportes Concepción. Con el “León de Collao” jugaría una sola zafra y tendría como entrenador a Fernando Cavalieri, que lo recomendaría a su hermano Raúl que en ese momento estaba al mando de Minerven”

Su experiencia con el equipo de El Callao duraría una temporada, para pasar a reforzar las filas del Arturo Fernández Vial de la primera división chilena. Vuelve a Venezuela, iba a volver a Minerven, pero el equipo del Callao no logró liberar una plaza de extranjero y terminó jugando con Trujillanos.

“Con el equipo de Valera jugué la temporada 1993-1994, el Profe Rafa Santana era el técnico y tenía como refuerzos extranjeros a Roberto Zarate, Chichua García, Rodrigo Soto y mi persona. El colombiano Soto terminaría la zafra como líder goleador con 20 goles. Esa temporada quedamos sub-campeones solo superados por el Caracas. Fue una campaña muy intersante ya que fue una larga pelea entre Caracas, Trujillanos y Minerven por el Título”.

Vuelve a Minerven, donde disputaría dos torneos. En la 1994-1995 llegaría hasta el hexagonal final donde se ubicó en la segunda casilla con 13 puntos, uno menos que el Caracas. En la siguiente temporada, se llevaría el Título gracias a los 22 puntos obtenidos en el hexagonal a sus espaldas llegaron Mineros 20 y Caracas con 19. Gracias a esa performance se clasificó para la Copa Libertadores, en la fase de grupos se enfrentó a River Plate, San Lorenzo y Caracas coleccionando una victoria (4-2 ante el Caracas), dos empates (2-2 vs San Lorenzo en Puerto Ordaz y 1-1 con Caracas), tres derrotas (1-2 y 5-0 con River Plate y 4-0 con San Lorenzo). El “Expreso del Sur” se clasificó a la siguiente fase donde midió sus fuerzas al América de Cali y fue superado con un global de 5-2.  Cabe destacar que el América llegaría hasta la final de la Copa Libertadores donde sería vencido con un global de 2-1. En la primera división venezolana también defendió las elásticas del Caracas, Italchacao, Deportivo Táchira, Zulia y Estudiantes de Mérida. Se bordó en cuatro ocasiones la estrella: un par de veces con los rojos del Ávila y las otras dos con Minervén y el Deportivo Italchacao; subcampeón en otras cinco oportunidades.

Entre las diversas camisetas que usó este mediocampista rosarino tenemos la de la selección nacional de Venezuela.

“Yo comencé mi proceso de nacionalización cuando jugaba con el Caracas. El entonces presidente, Guillermo Valentinier me propuso realizar ese trámite para liberar un cupo de extranjero y como llevaba más de 10 años en el país nunca me desagradó esa idea. Comencé a introducir mis papeles en la zafra 1997-1998 y mi nacionalización estaba lista para enero de 1999” – nos comenta durante la entrevista Bidoglio, agregando – “En ese periodo asume la selección Omar Pastoriza, yo no lo conocí de persona, pero sabía bien quien era gracias a sus logros cuando dirigía a Independiente. Él me convoca a la selección y para mí fue una experiencia muy bonita y espectacular. Cuando me fui a jugar a Catar y la salida de Pastoriza de la selección termina mi ciclo con la Vinotinto. Mi gran alegría, es que la selección venezolana ha comenzado un ascenso espectacular y aún sigue creciendo”.

Con la elástica de la Vinotinto jugó 17 partidos, entre Copa América, Eliminatorias rumbo al mundial Corea – Japón 2002 y juegos amistosos.

 

 

 

A los 40 años, Héctor Pablo Bidoglio cuelga los botines como jugador profesional y comienza a vivir el fútbol desde la raya, como entrenador.

“Estoy muy contento por todo lo que viví como jugador. Después inicié mi carrera como director técnico con la sub 20 del Club Atlético Empalme, con ellos quedé campeón. Con Empalme, me ascendieron al primer equipo. Realicé varios viajes donde tuve la oportunidad de compartir con mis amigos Berrizo, Bielsa en etrenamientos del Cruz Azul, Bacellona, Sevilla, Chelsea. Desde 2009 hasta 2019 trabajé con las categorías inferiores de Newell Old Boys, salí capeón invicto con la categoría Sub 19, en ese recorrido nos enfrentamos a Boca, River, Racing, Independiente entre otros. Me asignan el banquillo del primer equipo y nos fue bastante bien, en ese periodo no podíamoos traer jugadores. Después, mi amigo César Farías, me llama para dirigir la Sub-20 de Bolivia”.

En este 2020, Héctor Pablo Bidoglio, se convirtió en el nuevo técnico de la Universidad San Martín, club de la Primera División peruana.

 

Fioravante De Simone