Cheché Vidal en una historia no contada

 

Partido Selección de Venezuela vs Chile en Pueblo Nuevo San Cristobal , Cheche Vidal, Emilio Campos, el Zurdo Hernandez, Memin Sanchez, Richard Paez, Venado Castillo, Pedro Febles, Pedro Castro, Vicente Vegas, Palomo Contreras, Luis Mendoza Mendocita

Cheché…tal como se le conoce en nuestro medio.

Es Juan José Vidal Noya, que nació en Caracas el 29 de mayo de 1959.

Letrado con sólida formación académica.

Venezolano notable, heredero de una virtuosa familia.

Fue sin duda una unidad pensante dentro de un equipo de fútbol, además con manifiesta habilidad.

“Jugador del año en Venezuela en 1979”.

 

 

UNA HISTORIA NO CONTADA…

Precisamente, en agosto de ese 1979—hace ya treinta y nueve años—el entonces juvenil Cheché Vidal disputó sus dos mejores partidos a nivel internacional.

La Copa América en casa y de visitante contra Colombia y Chile.

José Julián “Pepito” Hernández armó la banda Vinotinto con Francisco “Pollo Ronco” Sandoval y Manuel Plasencia como sus asistentes.

Entremezcló el célebre entrenador nacional jugadores de amplio recorrido con jóvenes promesas, entre ellas Juan José “Cheché” Vidal, ficha del Deportivo Italia.

Combinó a Vicente Vega, el gallego Pedro Castro, Richard Páez y Luis Mendoza con Pedro Acosta, Alexis Peña, Emilio Campos y Asdrúbal Sánchez.

Los que apilan datos y acuden a la historia expresan convencidos que ese fue “el arranque de una era sensata en nuestro fútbol”.

Todo dentro de las ya conocidas limitaciones, pero intentando no improvisar de cara al enorme reto, con esfuerzo, con respeto y con valor por la preparación de quienes exponían el pellejo por el país.

Resultó un éxito enorme jugar de local.

Veinte y quince mil personas por primera vez reunidas en “Pueblo Nuevo”.

Al margen, la Vinotinto con sede en San Cristóbal catapultó en forma definitiva el amor por el fútbol como “espectáculo de masas” en todo el Táchira.

Creemos que sí se puede”, dirían los más escépticos.

Pedro Febles, Luis Mendoza Mendocita y Cheche Vidal

EMPATE A CERO CON COLOMBIA

Un miércoles 1 de agosto de 1979 pisó el gramado andino una super-poderosa Colombia, dirigida por el yugoeslavo Blagoje Vidinic.

Pedro Zape en la portería con Oscar Bolaños, Miguel Escobar, Luis Eduardo Reyes y Fernando “El Pecoso” Castro en la defensa.

Tan solo Rafael Otero y Gabriel Chaparro en el medio.

Era tanta la confianza que diseñaron una artillería con cuatro delanteros: Willington Ortiz, Rafael Agudelo, Arnoldo Iguarán y Ernesto Díaz.

¡Por allí venía la goleada…!

Pero Venezuela tenía firme trabajo, mucha convicción y amor propio.

Vicente Vega, un monumento al coraje.

Ruben “Palomo” Contreras, Pedro Castro, Cheche Vidal y Emilio Campos, el cuarteto posterior.

Una ardua labor de concentración y fatiga.

El capitán Luis Mendoza, Richard Páez y Asdrúbal “Memín” Sánchez, en la mitad del campo.

Esfuerzo duro y multiplicado.

Angel “El Venao” Castillo, Pedro Febles y el zurdo Julio César Hernández, en velocidad al ataque.

Por momentos, la Vinotinto se defendió con ocho hombres alrededor de Vicente Vega.

Colombia imponía su estilo.

Fue sobresaliente “El Gallego” Castro en el cabezazo y Cheché Vidal en el anticipo.

Colombia se engulló por lo menos cuatro goles en quince minutos.

En media hora Venezuela se recompuso, con puro corazón.

Hasta pudo anotar con “El Venao” Castillo.

Llegaron los tres pitazos finales.

Para los colombianos el empate fue una derrota.

Título de bravura para los criollos, recompensa a unos vehementes aficionados, que repartieron la trompada pareja en las gradas.

Diecisiete puntos de veinte.

 

Francisco Aparicio (D), Alexis Peña, Plinio Araque, Johnny
Castellanos, Pedro Castro, Pedro Acosta, Andrés Arizaleta, Juan José
«Cheché» Vidal, Emilio Campos, Ángel «El Venao» Castillo, César
Semidey y Francisco «Pollo Ronco» Sandoval….Vicente Vega, Rafael
Cadenas, Asdrúbal «Memín» Sánchez, Luis Mendoza, Ordán Aguirre, Rubén
«Palomo» Contreras, Pedro Febles, Rodolfo Carvajal, Rafael Santana y
Julio César «El Zurdo» Hernández.

SE PUDO GANAR A CHILE

La Vinotinto a lo mejor atinaba a pegar el palo cochinero contra los chilenos, una semana después.

Miércoles también, ocho de agosto de 1979.

Se aumentó el volumen de juego, se armonizó mucho más y Cheché Vidal hizo evidente su indiscutida casta y jerarquía.

Líbero con audacia, al minuto setenta se abrió camino entre tres chilenos con la pelota al pie, alzó la mirada y prodigó a la derecha a Rodolfo Carvajal.

La defensa quiso achicar con el portero al borde del área, pero el centro delantero de la ULA-Mérida hizo un golazo de cálculo y maestría.

Lo impredecible…Venezuela 1 Chile 0.

Chile, que fue el subcampeón de la Copa América, igualó diez minutos más tarde, en un entrevero aprovechado por su estelar goleador Jorge Peredo.

Obvio, la historia fue otra en Bogotá y en Santiago.

Pero quedó como moraleja la única y gran verdad.

“Siempre hemos contado con excelentes jugadores…Otra cosa es el tiempo y la inversión para adecuar al máximo a los nuestros”.

Quizás esa noche se ganaron más de los diecisiete puntos.

 

 

 

Ciro Alfonso Contreras

 

 

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