“Che” Ardila despuntó en la primera victoria de la Vinotinto en 1938
Quizás las nuevas generaciones de venezolanos, aún con la explosión de redes sociales, no conocen que la Vinotinto tuvo en el mediocampista José María “Che” Ardila, a una figura de inspiración.
Ídolo del Dos Caminos Sport Club por su capacidad técnica y espíritu de lucha, llamó la atención del italiano Vitorio “Mesié” Godigna, DT de la selección nacional de fútbol en los III Juegos Centroamericanos y del Caribe (CAC) de Panamá en 1938.
En la mencionada justa, después de cuatro derrotas, el 23 de febrero del citado año llegó el primer triunfo de la Vinotinto, por 2-1 ante Colombia. Vale remarcar el hecho: la primera victoria en un torneo oficial en una época en que Venezuela no jugaba eliminatorias al Mundial, Copa América ni tampoco había participado en el fútbol de los Juegos Olímpicos.
En medio de la gesta, que no fue transmitida por radio ni televisión, fue uno de los más destacados de la línea de volantes, según la crónica del diario El Universal, suscrita por Hermán “Chiquitín” Ettedgui, quien también participó en la disciplina de atletismo: “Forma parte de la media de oro por su juego vistoso”, escribió al referirse a Ardila.
El mediocampista intervino en cuatro de los cinco compromisos de esos CAC, en los cuales compartió con sus compañeros del Dos Caminos, Fernando Ríos y Teodardo Marcano, así como con los hermanos Leopoldo y Alberto Márquez, del Loyola.
“Godigna fue su gran entrenador, el que más le enseñó; le tenía un gran cariño a mi papá”, comentó desde el hilo telefónico su hija mayor, Flor Cecilia.
En ese mismo 1938, la base de esos jugadores representó al país en los primeros Juegos Bolivarianos en Bogotá, donde Ardila solo disputó los dos primeros compromisos, contra Bolivia y Colombia, puesto que se fracturó un brazo.
Sus méritos para ser convocado para la Vinotinto se extendieron hasta 1944, cuando se organizó un cuadrangular internacional en la isla de Curazao. Allí fue titular en las victorias ante Aruba (3-1) y Haití (2-0), y en el empate a tres frente a la escuadra de casa.
Dos años después, en los IV CAC de Barranquilla, se ganó la confianza del DT peruano Sixto Soler y compartió con jugadores del nivel del guardameta Miguel “El Pez Volador” Sanabria, los mediocampistas Ernesto Blanco, Andrés Sucre y Carlos “El Cojo” Rodríguez, además de los atacantes Rafael “Gonzalito” González y Asdrúbal “El Quemao” Olivares.
Entrañable Dos Caminos
Con su entrañable Dos Caminos Sport Club, José María Ardila resultó fundamental en la consecución de los títulos de 1936, 1937, 1938, 1942 y 1945 del campeonato de Primera División.
El trofeo de 1945 lo recibió, como capitán del equipo, de manos del presidente de la República, Isaías Medina Angarita, en el estadio nacional de El Paraíso, en Caracas.
“Cuando yo fui subiendo en Dos Caminos, me ayudó mucho ‘Che’ Ardila para patear bien el balón con ambas piernas”, recordó René Irasque, delantero de la selección Vinotinto juvenil de 1954.
A su paso por la selección Caracas, el Deportivo Vasco y por supuesto, Dos Caminos, enfrentó al Atlético Corrales (Paraguay), Botafogo (Brasil), Puentes Grandes (Cuba), Independiente Rivadavia (Argentina) y los equipos de los buques Jeanne D’Arc y Johan Maurits Van Nassan, respectivamente.
En 1945, con el Vasco, Ardila anotó uno de los goles de la victoria 2-0 sobre el club Transvaal de Curazao, en un match amistoso celebrado en el estadio San Agustín.
En 1952, con la franela de la UCV, formó parte del once que enfrentó al Sporting de Barranquilla (revés 1-3) y al Madureira de Brasil (derrota 2-3), este último víctima de dos tantos suyos, en medio de la Copa “Ministerio de la Defensa”, disputada en el estadio Olímpico.
En ese cotejo ante el Madureira, su hija Flor Cecilia, quien para entonces tenía siete años de edad, recordó que estaba en la tribuna junto a su madre y lloró al no entender la euforia de los compañeros de su padre, quienes lo cargaron en hombros cuando conquistó el segundo gol, que significaba el empate transitorio. “Mi mamá me explicó que era algo bueno para mi papá, que aplaudiera. Esa noche hubo mucha gente que lo ovacionó”, relató.
En 1962, Ardila, ya con otro apodo deportivo, el de “Tamacún”, incursionó con su Dos Caminos en la Liga Mayor (categoría profesional) para culminar en el tercer peldaño entre los seis participantes del certamen. “En realidad, mi padre jugó fútbol hasta que murió”, dijo Flor Cecilia.
Natación e IPC
José María Ardila nació el 11 de septiembre de 1918 en Pampatar, isla de Margarita, a donde había ido su progenitor, un aficionado a la fotografía y el cine, pero que laboraba en el área de aduanas.
Su vida profesional, deportiva y familiar se desarrolló en Caracas, donde murió en 1996. Fue padre de seis hembras y un varón, Alberto, quien destacó como campeón nacional de natación en los años 60, cuando “Che” Ardila estuvo al frente de la Federación de esa disciplina deportiva.
En 1954, se graduó de médico internista en la UCV, pero sus mayores desvelos profesionales fueron los de la cátedra de Medicina Física Deportiva en el Instituto Pedagógico de Caracas.
Rafael Lastra Veracierto
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