Arnout De Melo, un brasileño talentoso dentro y fuera de los terrenos de juego
CARACAS – Brasil es reconocido en todo el orbe por: la samba, la capoeira, la cachaça y el fútbol. Este último, en el país amazónico es toda una religión y millones de personas lo practican demostrando su talento tanto en Brasil, como en el exterior.
“Comencé mi carrera futbolística con el Portguesa de Rio de Janeiro, con ellos jugué las categorías infantil y juvenil. A los 15 años, gracias a mis buenas actuaciones, fui al Flamengo. Luego de dos años, me voi al Bonsucesso de Rio, ese club estaba en la Primera División. Ese año quedamos en el cuarto lugar, nos enfrentamos a los grandes de Rio: Vasco da Gama, Flamengom Fluminense y Botafogo. Allí tenia como entrenador al profesor Ernesto Dos Santos, que fue coordinador de las selecciones de Brasil entre 1958 y 1962. Al terminar esa temporada, me fui a préstamo con dos jugadores más a El Salvador para jugar con el CF de Santa Ana. Allí quedamos campeones. A mi regreso a Brasil, me desvinculé del club”.
En 1971, llega a Venezuela para enfundarse la elástica del Deportivo Italia. En esa época, el club “azzurro” tenía en su palmarés tres títulos de la Primera División (1961, 1963, 1966) y cuatro subcampeonatos (1965, 1968, 1969 y 1970).
“En Venezuela jugué ocho años con el Deportivo Italia, también defendí las camisetas del Estudiantes de Mérida, Canarías, Deportivo Portugués, Valencia y culminé mi carrera con el Lara. Con el Italia quedamos subcampenes en 1971 y campeones en 1972, sin olvidarnos del pequeño Maracanazo cuando el derrotamos al Fluminense de Zagallo. Yo no jugué ese partido, pero estaba en la nomina”.
Luego de su estancia en el Italia, fue enviado a préstamo junto con Carlos “Chiquichagua” Marín, Pito Useche, Vicente Arruda al Estudiantes de Mérida.
“Con los académicos ganamos la Copa Venezuela en 1971. A mi regreso al Deportivo Italia estuve dos temporadas: 1972 y 1973. Luego me contrata el Cruzeiro de Minas Gerais Club quedando campeón en 1974”.
A lo largo de su carrera jugó al lado de jugadores como Roberto Perfumo (capitán de la selección argentina), Piazza (tri-campeon con Brasil), Dirceu Lopes, Ze Carlos, Palinha , Nelinho y Joãozinho.
Al terminar su experiencia con el Cruzeiro, se transfirió al Panathinaikos. Lamentablemente en Grecia vió poca acción debido a un problema con el cupo de extranjeros del club heleno que en ese entonces tenía en sus filas como entrenador nada más y nada menos que a Ferenc Puskás.
Luego de su experiencia en Grecia, vuelve a Venezuela para jugar con el Deportivo Italia, club que defendería hasta 1978. “En ese momento hubo cambio de directiva, entre ellos estaba Omar Carnevali, hoy en dia amigo mio. Para el club, yo teniendo 28 años no sería muy productivo”.
Arnout de Melo comenzaría su periplo por diversos clubes de nuestro balomíé nacional. “Aquí venían grandes jugadores extranjeros. Lo que pasa que en aquella época el fútbol en Venezuela, para mi apreciación y con todo respeto pese al buen valor de la moneda, era semi profesional. No teníamos una estructura decente. En esos momentos los camerinos no eran los idóneos, no existían las concentraciones. Con decirte nosotros mismos teníamos que lavarnos nuestros uniformes. Los clubes que dominaban el campeonato local eran los denominados clubes de colonias. Gracias a Dios quedé con la colonia italiana y hoy me siento parte de ella por todo el cariño y afecto que recibí”.
Luego de su periplo por los diversos clubes criollos: Canarías, Deportivo Portugués, Valencia y Lara colgaría los botines como futbolista profesional para dedicarse a los estudios.
Son tantos los juegos disputados por Arnout De Melo en su carrera profesional, pero hay dos que marcaron su estancia en los terrenos de juego. “Uno de los que recuerdo con mayor gratitud es uno que jugamos en Maracay ante el Tiquire Flores. Recuerdo que fue un 22 de diciembre, ese día ganamos 0-1 y quedamos campeones. Claro, había un pequeño detalle, los brasileños del Italia teníamos los boletos para ir a pasar las navidades en nuestro país. Si ese día no ganábamos se iba a producir un cuádruple empate entre: Anzoátegui, Deportivo Galicia, Deportivo Italia y Tiquire Flores. Esa situación nos hubiese cambiado los planes”.
Hay un juego que el jugador brasileño quisiera eliminar de su carrera deportiva: “Fue ante el Valencia en el estadio Olímpico de la UCV, ese día perdimos 1-3 ante el Valencia y con ese resultado se nos esfumó el título. ¡Con un triunfo nosotros éramos campeones! Ese día no pudimos contar con los servicios de nuestro aruero Fassano, en el juego anterior se había lesinado la clávicula luego de u cotraste con un adversario. En ese juego decisivo ante el Valencia Walter Macellari, que no había disputato ni un partido en toda la temporada. En ese Deportivo Italia había jugadores de la talla de Vito Fasana, Carlos Chiquichagua Marín, Tenorio, Vicente Arruda, Orlando Torres, Pito, Ruy, Alcir, Beto, Mateo y mi persona”.
Luego, de su experiencia como jugador se mantuvo vinculado al mundo del fútbol, pero como entrenador. “En Caracas, trabajé con el Centro Italiano Venezolano. Si bien estuve dos años pude contar con jugadores como: Alejandro y Gabriel Cichero, Andrés Rouga, entre otros. Entrenar en Venezuela me dejó claro que uno de los principales problemas que hay es que muchos jugadores, sobre todo los que están colegios, dejan el fútbol para dedicarse a otras cosas”.
Fuera de los terrenos de juegos es un empresario: en Venezuela con la Arnout Sume Systems C.A. y en Brasil con el Hotel Caracas en Rio de Janeiro. De Melo esta casado con la señora Lucía Lopes De Melo y es padre de tres hijos: Elias (farmacéutico), Kenya (odontólogo) y Miguel (abogado).
Fioravante De Simone