Álvaro Flores: “llegué al Deportivo Italia gracias a Luís Mendoza”
Ricardo Cabrera
Álvaro Flores llegó al fútbol profesional gracias a la recomendación de Luís Mendoza, y no lo defraudó porque aunque tuvo una carrera corta por las lesiones, siempre que entraba a la cancha, sea de titular o de recambio, mostraba su habilidad con esa pierna zurda bien educada, su velocidad por la punta izquierda, además de su lucha y entrega cada minuto de juego.
Esta es la historia de uno de esos jugadores de nuestro fútbol, que aunque no tuvo el relumbrón mediático que hoy en día tienen muchos, ni la suerte de llegar a una selección o a un equipo de los de arriba, dejó su huella en la historia de nuestro balompié rentado. Este es Álvaro Flores.
Lo primero que le preguntamos es sobre sus comienzos en la práctica del fútbol, y nos señala que “me Inicié jugando fútbol en Atlético Aeropostal preinfantil B año 68 en Macuto, La Guaira, con apenas 8 años, en el famoso campo del Pavero, hoy en día sede de un estadio de beisbol. En esa época nos entrenaba el señor Di Palma, un español, y el fútbol era para nosotros muy arcaico, para llamarlo de alguna manera, más que todo mucha física, mucho entrenamiento físico, pero me fue gustando el fútbol y seguí”.
Recuerda que eso fue en el 68 o 69, pero “en el 70 nos vinimos la familia para Caracas, para San Martín, y allí conseguí donde jugar, empecé a entrenar en la Escuela Nueva Venezuela con el conocido Juan García, no el jugador profesional, a este le decían Juan Pelé, que era profesor del Pedagógico, había jugado fútbol pero a nivel amateur, no profesional, era muy buen profesor y se preocupaba en entrenarnos en la parte técnica más que física, como se paraba el balón, como se manejaba, la conducción de balón, dribling, pateo al arco, y todo eso”.
Indagamos sobre sus entrenadores en estos años de su niñez y juventud.
“También tuve al profesor Morais, mi hermano es militar, ahora es General retirado de la Guardia Nacional, y en ese momento el profesor Morais, un brasilero, entrenaba a la Efofac, la Escuela de Formación de Oficiales de las Fuerzas Armadas de Cooperación, donde entrenaba a mi hermano. Morais era amigo de Arnout de Melo, que también fue entrenador mío, y vieron en mi rapidez, calidad, astucia para jugar fútbol, el ímpetu que le ponía al juego, porque siempre he dicho que para jugar al fútbol hay que tener mucha fuerza y preparación, y así lo he jugado siempre, echándole piernas, había que correr, había que buscarla, y para ser bueno había que entrenar mucho, eso lo internalicé yo desde mis inicios, por eso siempre rendí, porque además de prepararme, en mi niñez y juventud siempre estuve sano, sin lesiones y tampoco he tenido vicios, de ahí que pude llegar al fútbol profesional”.
Continúa Álvaro Flores su relato señalando que “yo jugaba en el equipo de fútbol Nueva Venezuela, del 23 de enero, del que era el más destacado, y con 15 años ya jugaba con la primera, modestia aparte, mostraba que iba a ser buen futbolista. En ese tiempo también estaba trabajando en Cumbres de Curumo como entrenador de fútbol pero principiante, junto a mi hermano militar, y me llama el equipo de fútbol del Colegio Las Cumbres, que viajaba para España en el año 80, y me incorporaron al viaje, que resultó una gran experiencia para mí”.
Quisimos que nos contara más sobre este viaje con el Colegio Cumbres a tierras españolas.
“En España con el equipo del Colegio Cumbres estuvimos alrededor de mes y medio, nos fuimos el primero de agosto y llegamos a mediados de septiembre, nos llevamos algunos refuerzos, como un portero que jugaba con el Deportivo Portugués, a Gaby Barreiros, a Javier Pérez, con nosotros en el Cumbres ya jugaba Regueiro, y con estos cinco refuerzos salimos de gira, en la que ganamos 5 partidos, perdimos 3 y empatamos dos, era otro fútbol, otro nivel, pero aprendimos mucho y fue una grandísima experiencia.
Le preguntamos cómo fue su salto al fútbol profesional y comienza relatando que “al regresar del viaje seguí en el equipo y nos toca jugar al Colegio Las Cumbres contra el equipo del San Ignacio de Loyola en primera categoría, y yo, que estaba cursando el quinto año de bachillerato con 17 años, fui llamado para probar con el Deportivo Italia, gracias a Luis Mendoza, que me vio jugar y se convirtió en mi tutor futbolístico, una persona espectacular dentro y fuera del campo, que me ayudó mucho y siempre me mostró su aprecio. Mendocita me presentó al presidente del Deportivo Italia, y pude firmar con este equipo”.
A insistencia nuestra, Álvaro Flores nos detalla cómo fue su firma al profesional con el Deportivo Italia:
“En septiembre del año 80 me parece, en una semifinal de la Liga Estudiantil, jugaban Loyola contra Cumbres, que era mi equipo, para el Loyola arqueaba Pepe Marañón y jugaban entre otros Bernardo Añor e Iker Zubizarreta. En mi equipo jugaban conmigo varios de Cumbres que habían viajado a España y tenían talento, y nosotros les ganamos 2-1. Luego de ese partido que fue un sábado, se me acerca Luis Mendoza y me pregunta si quiero jugar en el profesional, le dije que sí y nos citamos para el lunes, cuando nos encontramos en Sabana Grande y de allí nos fuimos a Bello Monte, a la empresa D’ambrosio Hermanos, donde me presentó Luis con el señor Mino D’ambrosio, que era el presidente del equipo en ese momento, el señor sacó de una gaveta una pelota de fútbol, me la lanzó y me dijo “domine la pala”, yo estaba vestido de civil, pero aun así la dominé sin problemas y eso bastó para que allí mismo me firmara para jugar con el Deportivo Italia, y yo emocionado y agradecido toda la vida con Luis Mendoza por ofrecerme esta oportunidad de oro, porque eso definió mi futuro”.
Sobre su paso por el fútbol profesional agrega que “con el Deportivo Italia jugué en los años 80,81, 82 y 83, cuando pasé a Mineros de Guayana, en el 84 volví con el Deportivo Italia, pero de ahí en adelante me atacaron las lesiones, sobretodo en el tobillo y la rodilla, tuve muchos problemas físicos, y por eso mi carrera profesional duró poco. jugué con el Deportivo Italia, Mineros de Guayana, UCV, Miranda Canarias, Academia Venezolana de Fútbol, esos fueron mis equipos del fútbol profesional, además jugué en el Torneo Ibérico, donde fui campeón goleador en el año 86 con el Bingo cuando anoté 5 goles”.
De todos los partidos en los que participó tiene gratos recuerdos y le viene ala mente uno en especial.
“Nunca me puedo olvidar el gol que le hice de palomita al Deportivo Portugués, al guardameta Alexis Toro, cuando jugaba con el Deportivo Italia en un partido jugado en la cancha del “Don Bosco” de Boleíta, y con mi gol les ganamos 1-0, un partido con el que celebraban el Día de Portugal, y nosotros les arruinamos la fiesta con mi gol. Ese para mí fue uno de los mejores partidos que recuerdo”.
También tiene gratos recuerdos de “un partido del Deportivo Italia contra el Portuguesa en el “Brígido Iriarte”, cuando el equipo estaba empatado 1-1 en el segundo tiempo, yo estaba en la banca, entro y un centro que me envía el “Pelé González lo remato de cabeza, saltando por encima de García Siani que era un gigante, y con ese gol ganamos 2-1 ese partido. Lo destacable fue que desde mi entrada al campo hasta el gol, solo pasaron 3 segundos…Tu hiciste esa nota y salió publicada en Meridiano”.
Partidos que quisiera olvidar también tiene Álvaro Flores, como “uno que tuvimos con el Deportivo Italia contra el Atlético Zamora en “La Carolina” de Barinas, yo iba entusiasmado y hablaba con Robin Cavallo que era un chamo en esa época junto a otros chamos que eran titulares del equipo en ese partido, mientras yo estaba en la banca, en ese tiempo nos entrenaba Nerio Hernández, quien me había dejado en el banco, pasaban los minutos, yo queriendo entrar a correr y nada que Nerio me ponía a jugar, mientras en las tribunas la poquita gente del Italia que había ido a ver el partido y que me conocían, le pedía “Flores Flores” que me sacara a jugar, pero Nerio nunca me metió al partido y perdimos 2-0, y a mí ese partido me pegó mucho, me desmotivó, pero después dije “palante”, hay que seguir jugando, porque así es el fútbol y así son nuestros entrenadores”.
También le preguntamos si vistió la vinotintoen defensa de los colores patrios.
“Yo estuve en la selección, o preselección para los Panamericanos del año 83, junto a otros como Pedro Febles, Bernardo Añor, Nelson Carrero, Bobby Ellie y otros más, había que estar activo para poder quedar, pero delante de todos estos grandes jugadores, yo era aún un chamo, porque prácticamente comenzaba mi carrera, la selección la tenía el profesor Manuel Plasencia y había que trabajar muy duro en los entrenamientos, pero al final no quedé en el seleccionado definitivo”.
En sus años de jugador aficionado y luego profesional, Álvaro Flores tuvo muchos entrenadores y de ellos siempre aprendió.
“Me entrenaron el profesor Di Palma en mis comienzos, luego Juan Pelé, también el brasileño Morais, Manuel Plasencia, Nerio Hernández, Orlando Torres, que fue jugador junto a mí y luego entrenador con el preparador físico José Luis “Pepe” Hernández, en el Italia también tuve al brasileño Jair Dos Santos, al Mundialista del 50 el “Poroto” Brito como entrenador en Mineros de Guayana en el 83, y también me entrenaron los conocido Bejuma e Iglesias. Con todos ellos aprendí mucho, pero me di cuenta que era un fútbol muy rudo y muy mal pagado en esa época en la que lo jugué, no como hoy en día, que se puede decir que un buen jugador puede vivir del fútbol, porque en ese particular el fútbol hoy en día ha subido de manera impresionante”.
“En ese particular te cuento que tengo un hijo que siempre ha mostrado calidad, pero no le ha interesado el fútbol profesional, por lo que ha conocido de mi, y prefirió irse a los Estados Unidos a estudiar, y jugarlo allá por afición, pero te digo que si se hubiese quedado en Venezuela seguro estaría hoy en día militando en cualquiera de los clubes profesionales, y podría vivir del fútbol”.
También nos interesó saber qué fue de la vida de Álvaro Flores cuando dejó de ser jugador de fútbol profesional.
“Siempre me gustó enseñar, y después de colgar los botines tempranamente por las lesiones, me dediqué a eso, sobretodo con las categorías menores, porque nunca quise ni me interesé en hacer vida como técnico en el fútbol de arriba, a nivel profesional”.
Con respecto a los futbolistas actuales, reconoce el entrevistado que hoy en día tenemos jugadores de exportación.
“En esta época hay una camada de muchachos muy buena, todos estos jugadores que sobresalen de la sub-17 y sub-20, y otros que ya están consolidados como Soteldo, Rincón y tantos otros que juegan en el exterior, que nos representan muy dignamente. Y seguirán saliendo muchos más, porque el fútbol en Venezuela se ha convertido en una alternativa para que el atleta salga de abajo, si yo tuviera la oportunidad, me gustaría montar una escuela de fútbol con mi nombre, para seguir en lo que me gusta, pero con mi propia escuela, seguir enseñando y descubriendo talentos para pulirlos y darles un mejor futuro, porque quiero seguir en esto, que es lo que me gusta, y demostrarle a tanta gente que uno cuando pasa de los 60 años no está acabado, y por el contrario aún tiene mucho que dar, a la familia, al país y a sus semejantes”.
Antes de despedirse Álvaro Flores nos recordó sus años al lado nuestro, siendo parte del equipo “Periodistas FC”, que durante varios años manejamos con exjugadores profesionales como los hermanos Julián y Ramón Cristaldo, Pedro Castro, el “Indio” David Mota, Néstor el “Negro” Martínez, Luis Molina, David Coffi, los hermanos Freddy y Abner Hernández, Ramón Itriago, el portero Luís Velásquez, Rafael González, Carlos Dickson Pérez, Teodoro Franco, Virgilio Carrera, Augusto Viso, Pedro “Próculo” Bravo, este servidor y el propio Álvaro Flores, y otros más que podían llegar como invitados.
Con este equipo recorrimos canchas de clubes sociales y polideportivos de toda la región central del país, y siempre se dictó cátedra de buen fútbol, por lo que no cesaban las invitaciones cada fin de semana.
No quiso dejar pasar la oportunidad este habilidoso puntero izquierdo, para contarnos una anécdota de su gol en un partido internacional con el Deportivo Italia:
“En el año 81 ya avanzado, vino para acá el Sporting de Lisboa, nosotros habíamos jugado el sábado contra Estudiantes de Mérida en el Olímpico, y después del partido nos dijeron que descansáramos mucho porque el domingo jugábamos un partido internacional contra ese club portugués, que era un equipazo, comenzando por el Portero Damas, y nosotros cansados por el partido de la tarde anterior, no teníamos piernas y nos golearon, yo estaba en la banca, y más o menos en el minuto 60 estábamos perdiendo 6-1 con un gol nuestro anotado por el Wincho Duran, en ese momento el técnico Jair Dos Santos mira para la banca y me llama, me dice Flores caliente, lo hice junto a Sarú rápidamente y entré, tumbaron a Wincho en el área y penal, Jair dice “que lo patee Álvaro” y yo con solo 21 años me enfrenté asustado al portero Damas, yo acomodo la pelota temblando, mientras retrocedo voy pensando para qué lado le voy a pegar, izquierda o derecha, soy zurdo pero le voy a dar para mi derecha, un portugués que está detrás del arco le dice a Damas “va pa izquerda” lo escucho y pienso, qué izquierda ni que ocho cuartos, pateé duro a la derecha entrando el balón pegado al palo, tipo Pelé, mientras el portero se lanzaba para el otro lado, gol y el partido se ponía 6-2. Cuando corrí a buscar la pelota el portero Damas me abrazó y me dijo que nunca le habían metido un gol así, algo que fue súper emocionante, corrí al centro de la cancha para reiniciar el juego, pero antes de terminar nos metieron 2 más y total que el partido ante el Sporting de Lisboa terminó 8-2 para ellos”.
Agrega como colofón que “al final del partido Manuel, el número 10 de ellos viene hacia mí y me pregunta “¿va a trocar franela?, vocé joga pa carayo”, yo contento le dije que sí, pero Sarú viene corriendo y me dice, “qué cambiar franelas ni que nada Flores, Camine para el vestuario, ¿no ve que nos golearon 8-2?, si cambias franela te van a multar”, y me quitó la ilusión, porque pensé “con lo poco que gano y encima me meten una multa, voy a terminar debiéndole a los italianos estos”. Así era el fútbol en aquella época”.